Estampas para mis nietos: Nenecita y el limonar
Con la chiquilla revoloteando a nuestro alrededor -ansiosa de que le muestren lo que envuelve el rebozo-, cruzamos el zaguán ancho flanqueado por bancos de herrería que sostienen grandes macetas que, orgullosas, presumen las conchas de verdes hojas que están sembradas en ellas. Este zaguán nos lleva al patio rodeado de jardineras con geranios y rosales de diversos colores. Al frente hay un pequeño balcón con una buganvilia grande, que comienza a enredarse en sus barrotes.