CIUDAD DE MÉXICO.-"El futbol femenino ni es futbol ni es femenino", afirma Roberto Casas (Mauricio Ochmann), quien fuera el jugador más talentoso que ha visto el balompié, alabado por leyendas como Jorge Campos, ganador de Balones de Oro y hasta amigo de Leonel Messi.
Pero en Playa Ángel, su pueblo natal, nadie lo respeta y, después de lo dicho, menos Las Bravas, el equipo local de chicas que entrenan bajo la guía del goleador, quien se encuentra en su momento más bajo tras perder su fortuna.
Un infarto le reveló que siempre corrió el riesgo de morir en el campo, lo que sepulta su carrera, y sus excesos acaban con lo que le queda hasta que termina refugiado del fisco español en su pueblo en la serie Las Bravas FC, que estrena hoy en HBO Max, para vencer ideas arcaicas sobre las mujeres futbolistas.
"A Roberto lo vemos en la ambición de la fama y reconocimiento externo, el exterior es su mantra, vive para el afuera, como las caídas, las adversidades, el tenerse que enfrentar a él mismo y reconocer al final que él ha sido su propio enemigo.
"Él representa la sociedad y el machismo en el que vivimos, su frase es durísima porque, de repente. te das cuenta que mucha gente está ahí, sobre todo los hombres y estas instituciones futbolísticas. Podemos ver brillar mucho más a la selección femenil, pero dónde está el apoyo, no se le hace mucho ruido", cuenta Ochmann.
Roberto es odiado por todo México debido a que renunció a la Selección Nacional para jugar por otro país, mientras que su desdén al talento de las mujeres lo aleja de su equipo, con el que tiene más conexiones de las que esperaba.
Si bien las jugadoras tienen montones de defectos dentro del campo, es su talento y esfuerzo lo que llevará a Casas a replantear sus prejuicios, algo que el elenco cree es un homenaje ideal a los equipos femeninos que luchan por el reconocimiento que merecen.
"El futbol está tergiversado y transgredido por un montón de cosas, la fama, el dinero, los grandes personajes y la violencia machista. Roberto Casas llega a la conclusión de que como entrenador vuelve a aprender de qué va este deporte, qué es el equipo, el compañerismo, mucho mucho cariño y el respeto.
"Resulta muy lindo resignificar estas cosas y que el futbol femenil lo lleve como estandarte. Creo que la liga femenil mexicana lo ha dado a destacar como esa pasión al deporte, a tus compañeras, el respeto al balón", consideró Ana Valeria Becerril, que da vida a la portera del equipo, Claudia.
La seguridad y empuje define a Las Bravas con una capitana como Majo (Mariané Cartas), quien quiere demostrarle a sus padres que es su pasión, o Tania (Esmeralda Soto), quien le pone un alto a Casas cuando él quiere hablar de su físico.
Porque, a decir de las actrices, la serie acierta además en poner foco en cómo sus personajes lidian con malas relaciones, heridas familiares e inseguridades, las cuales pueden superar.
"El futbol es un deporte que todos conocemos, vive en nuestra cultura e inconsciente colectivo, pero se aborda distinto desde que es futbol femenil. Definitivamente, esta es una serie que habla sobre amistad y el compañerismo", Ana Valeria Becerril, actriz.
