Pasar al contenido principal
x

Porsche, con mérito propio

Foto(s): Cortesía
Agencia Reforma

MONTERREY, Nuevo León.-  Porsche presume que existen una infinidad de posibilidades de configuración para sus modelos. Personalizar uno de estos autos a la perfección debe de ser una actividad de un par de meses, dedicando unas 8 horas diarias. De por sí, escoger entre modelos del 911 es una labor difícil, y más ahora que Porsche ha agregado el 911 Targa; el modelo que acabamos de probar y nos ha dejado un poco más indecisos de cuál Porsche escogeríamos para la cochera de nuestros sueños.


El concepto de Targa no es fácil de entender para quien no conoce la historia de Porsche o quien no lo ha manejado. Conceptualmente, la verdad no tiene mucho sentido. Porsche ofrece ya una versión coupé y una versión convertible; ¿cuál es la necesidad de un punto intermedio?


Pero después de manejarlo, queda claro que la decisión entre un 911 convertible y un 911 Targa no será fácil. Porsche siempre ha estado ligado a los modelos descapotables; incluyendo al 356, precursor del 911. Pero las legislaciones, principalmente la estadounidense, era cada vez más restrictiva con los modelos descapotados, exigiendo protección cada vez más estricta contra volcaduras.


En 1966, Porsche propone una solución, el 911 Targa. El nombre fue para celebrar el éxito de la marca en la carrera de Targa Florio. En los primeros 911 Targa, los postes B de ambos lados se unían en un arco y, junto con los postes A del parabrisas garantizaban protección en caso de volcadura dejando el interior casi completamente abierto. Incluso, los primeros modelos el medallón se plegaba, en los modelos posteriores el medallón quedó fijo y sólo la parte entre el poste A y B se removía.


Porsche cambió el concepto del Targa con el 993 y es que cambió el concepto al de un techo panorámico. Pero para el 991, el concepto original regresó, con un sistema bastante más sofisticado en su operación y completamente eléctrica, pero que se mantiene apegada al concepto original.


El 911 es uno de esos autos que podría disfrutarse como el vehículo de diario si no consideramos factores externos a él como baches, topes, asaltos, portazos y demás condiciones locales. Pero en lo que concierne al auto en sí, resulta suficientemente cómodo y agradable de conducir incluso en pavimento ligeramente maltratado.


La versión Targa no complica las cosas y es quizá incluso más cómoda que la versión coupé, al menos en el tema de visibilidad. El enorme medallón trasero y la ausencia de un poste C hace que la vista hacia atrás sea mejor; además, esto transmite una sensación de apertura cercana a la del convertible.


Quizá el único inconveniente en el interior del Targa es la molesta llanta de refacción ubicada sobre el asiento trasero. Una muy mala solución, aunque quizá Porsche lo haga sólo para cumplir con el requisito y espera que los usuarios la dejen en casa. De cualquier forma, cuando se requiera, será complicado encontrar espacio en el interior para una llanta 305/30 en rin 20, aún ponchada.

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.