"¡Avanzar, avanzar en la lucha popular!", se escuchaba a través del alto parlante conectado en la camioneta estacionada en medio del asfalto de la carretera federal 190. Ahí, maestros que interrumpieron el paso vehicular desde la mañana de ayer, empuñaron huevos y los lanzaron contra los policías federales que permanecían en el interior del Instituto Estatal de Educación Pública de Oaxaca (IEEPO), a puerta cerrada.
El pequeño papel pegado en la entrada principal citaba: "Las actividades se reanudarán hasta el lunes". Tras las rejas, mientras un perro despreocupado dormía ajeno a los hechos, los policías recibían los proyectiles a través de la separación de los barrotes.
Al ritmo de las consignas volaban los huevos convertidos en proyectiles, uno tras otro, y al mismo compás, el obturador de las cámaras de los representantes de los medios locales sonaba capturando el momento inesperado, sobre todo por tratarse de una "jornada pacífica", como lo anunció la dirigencia seccional.
La lluvia de blanquillos fue imparable por un par de minutos, en los cuales una apasionada profesora intentó tapar con sus manos las lentes de las cámaras fotográficas para evitar que quedara evidencia de la agresión de los maestros que hasta entonces, eran víctimas de un golpe certero: la detención de su secretario de finanzas, Aciel Sibaja Mendoza.
La diversión duró poco para los trabajadores de la educación, quienes agotaron la paciencia de los uniformados que repelieron la ofensiva con una bomba de gas lacrimógeno.
La explosión de humo ahuyentó y replegó a los manifestantes... y después todo volvió a la calma.
LA MOVILIZACIÓN EN EL ORIENTE
El bloqueo que había iniciado poco antes de las 9:00 horas, que afectó a miles de conductores y transeúntes, y además dejó miles de niños de educación básica otra vez sin clases, continuó sin contratiempos.
Entre las filas de maestros se observaban también a algunos niños, hijos de los docentes que participaron en la manifestación, quienes también perdieron un día de clases. El paso vehicular fue bloqueado con un camión cervecero, uno de botanas y un autobús de transporte público. Mientras algunos buscaban a toda costa resguardarse del sol, otros permanecieron cual soldados haciendo fila en medio de la cinta asfáltica y cosecharon insultos, miradas fulminantes y maldiciones de transeúntes.
La zona permaneció bajo la custodia de camionetas oficiales que permanecieron al pendiente, a unas cuadras de distancia. La circulación de automóviles, en tanto, era distribuida por elementos femeninos de la policía vial, que aprovecharon cualquier provocación para lograr infraccionar a los conductores distraídos.
Por la tarde, alrededor de las 17:00 horas, la circulación en los cruceros principales de la ciudad, Cinco Señores, Volkswagen y IEEPO, quedó libre, bajo la advertencia de los trabajadores de la educación de manifestarse, para lograr la libertad de sus presos políticos.
Una jornada de protestas
8 Horas duró el bloqueo
3 Unidades de transporte obstaculizaron la zona
