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Discapacidad arrancó al oaxaqueño Clemente el deseo de vivir

Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

Citlalli López Velázquez 

Un accidente en motocicleta en su juventud le arrancó a Clemente su pierna derecha y el deseo de vivir, pero una oportunidad para integrarse al mercado laboral le devolvió la esperanza.

Su primera oportunidad vino en una tortillería, luego en dependencias de gobierno, también ha sido auxiliar vial y ahora es anfitrión turístico del ayuntamiento de Oaxaca de Juárez.

“Hay quienes me dicen: ¿por qué no te dedicas a pedir dinero?, aquí te llevas tus 500 o mil pesos al día sin hacer nada. Yo siempre les digo: a mí me enseñaron a ganarme la vida con trabajo”, expresa sin soslayar que, son pocas las políticas públicas encaminadas a su integración en el plano laboral.

Clemente tiene 42 años e indica que aún en la situación más crítica puede haber una segunda oportunidad.

“De joven siempre tuve muchas oportunidades de estudiar. Mi abuela siempre me decía: estudia, eres inteligente. A mí me gustaba el relajo y un tiempo caí en la droga, en el alcoholismo. Cuando me quise rehabilitar fui a un centro. Un día salí de ahí y me accidenté, detectan que tengo cáncer y me cortan la pierna. Lloré, no tanto por haber perdido mi pierna sino porque no aproveché en ese momento la oportunidad de estudiar”, recuerda.

Señala: “Yo me sentía mal porque nadie me daba trabajo. Fui a las mezcalerías y bares en donde antes del accidente había trabajado y nadie me dio trabajo cuando me vieron así. Sólo me dijeron: no”.

“Me dije: si en este trabajo no me lo dan, me mato. Fui a una tortillería, pedí trabajo. Me aceptaron. Le dije: qué voy a hacer. Me cambió la pregunta, me dijo ¿qué puedes hacer? Yo me quedé así…le dije: nada y reí. Aquí se tiene que barrer, quitar el desperdicio: confió en mí sin conocerme”, apunta.

Clemente se desplaza con la ayuda de unas muletas y recorre el Centro Histórico proporcionando información turística a quienes visitan la entidad.

El trabajo es arduo y muy satisfactorio, señala, pues a través de éste le es posible conocer gente de todo el mundo. Para él uno de los momentos más satisfactorio es cuando le hablan de lo bonito que es Oaxaca.

“Con mi trabajo logré comprar un terreno, hacer tres cuartos, ya no pago renta, tengo un mototaxi. He podido hacer un patrimonio. No me quejo, este trabajo me gusta”, refiere.

El Censo de Población y Vivienda 2020 indica que en Oaxaca 826 mil 323 personas tienen alguna discapacidad.

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