La llegada de un supermercado de una cadena mexicana a escasa distancia y la drástica reducción de ingresos de los oaxaqueños por la pandemia del COVID-19, han agudizado la crisis en el Mercado La Noria.
La escasa afluencia de clientes constituye la principal causa del descenso de la actividad económica en este centro comercial, ubicado en la calle de González Ortega, en el tradicional Barrio La Noria, donde residió algún tiempo el general Porfirio Díaz Mori.
A los que ya no operaban por la falta de capital de los comerciantes, la emergencia sanitaria provocó el cierre definitivo de más de una decena de locales dedicados a la venta de carne, pan, abarrotes, aguas frescas, lácteos, ropa y artesanía, entre otros productos.
La poca presencia de clientes de los últimos años por el establecimiento del supermercado, más la apertura de tiendas vecinas y el ambulantaje, han sido los principales orígenes del decaimiento de esta plaza tradicional, que se caracteriza ahora por sus espacios comerciales y pasillos vacíos.
“Desde hace 15 años para acá, ha mermado mucho la afluencia de los compradores, pero la pandemia del coronavirus nos vino a rematar”, afirmó Elías Martínez, un comerciante de frutas y verduras.
Por la reducida visita de clientes, algunos comerciantes han reabierto sus locales, aunque al poco tiempo los vuelven a cerrar por no existir ventas durante el día.
“Muchos locales los abren por un lapso, pero se desaniman los comerciantes y los vuelven a cerrar porque llegan pocas personas a comprar”, asentó.
Casi a un paso del cierrePara la mayoría de los comerciantes, la causa fundamental de la decadencia del Mercado La Noria ha sido la llegada del supermercado por la competencia desleal que representa.
“La llegada del supermercado nos afecta bastante porque no se puede competir, sin embargo, la pandemia nos vino a dar en la torre. Estamos en el desespero, porque se está casi a un paso del cierre total”, afirmó la señora Soledad García Barragán, comerciante de pollos y sus derivados.
A pesar de haber sucedido más de una década, los comerciantes aún siguen arrastrando la crisis económica por las escasas ventas que originó el movimiento magisterial y popular de la década pasada, aunque obviamente se ha acrecentado por la emergencia sanitaria.
“No nos hemos recuperado por todo ese relajo que hubo en el 2006. Hemos venido arrastrando varias situaciones, que se han puesto peor por la pandemia, ya que no tenemos muchos clientes”, asentó.
Por todo ello, esta tradicional plaza comercial se encuentra prácticamente postrada y condenada al ocaso.
“El mercado está solo casi todo el día. Los que quedamos somos contados, si acaso 20 locatarios. Le tenemos mucho amor al trabajo, aquí debemos sacar para la comida, los medicamentos y los gastos personales, pero así como estamos no se puede”, anotó.
Nos amoló el supermercado“Cuando el mercado era de piso de tierra se vendía muy bien y cuando se construyó subió un poco más. Pero llegó el supermercado nos amoló, no podemos competir con ellos. Ya no hay ventas como antes, aunque peor ahora con la pandemia. Aunque ha bajado el COVDI-19, no se ha recuperado la venta, todo vacío se ve siempre”: Paulina Martina Coronel Rojas, una de las comerciantes con 35 años de antigüedad.
“La pandemia ha afectado bastante al mercado, más o menos 15 locales ya no ofrecen servicio por falta de clientes. De hecho, el gobierno municipal ha revocado los derechos a los locatarios que los poseían para su regularización. Están en proceso de ser otorgados a nuevos locatarios para ser concesionados nuevamente y estén trabajando”, Judith Vásquez Aquino, administradora del mercado.
El Barrio de La NoriaEn los predios donde se localiza el Barrio de la Noria se encontraba la hacienda Labor de Santa Cruz de la Noria’ o mejor conocida en esa época como La Factoría.
Esta finca que data del siglo 16, fue un obsequio que el general Porfirio Díaz recibió del presidente Benito Juárez, después de su participación en la Batalla de Puebla, donde se venció el primer intento francés de intervenir en el país.
En ese espacio, donde vivió por cuatro años, de febrero de 1868 a noviembre de 1871, Díaz Mori se dedicó a trabajar en la producción de aguardiente de caña, caña de azúcar, camote y trigo.
Después, en este mismo lugar, proclamó el Plan de La Noria, el que se oponía a una nueva reelección de Juárez, aunque años más tarde Díaz Mori, se reeligió en varias ocasiones.
“Desde hace 15 años para acá, ha mermado mucho la afluencia de los compradores, pero la pandemia del coronavirus nos vino a rematar". Elías Martínez, Comerciante
