Juglaria muestra lado infantil de Huxley
Todas las sillas están repletas de niños que no superan los 12 años, hasta en frente los pequeños ocupan hasta el último rincón del suelo, la zona de primera fila; uniformados de los pies hasta el cuello de la camisa siguen las instrucciones del juglar, quien con malabares y unos versos raperos les indica las dos primeras sílabas, seguidas del estruendo jovial de los infantes: Comeeeeeen… ZAAAMOS.