Sobrio, vestido invariablemente de negro, Martín Caparrós manifiesta su alegría por volver a estar en Oaxaca. Con un aire de frescura y buen humor sonríe por estar en la ciudad, destino recurrente para sus vistas año con año. En esta ocasión debido a la presentación de su novela Echeverría y 8para dirigir el taller de libros periodísticos que imparte en la 36 Feria Internacional del Libro de Oaxaca (FILO). Viene a la conversación el tema de la memoria, la cual para el escritor y periodista representa una construcción.
En entrevista habla de este asomo como una tentación de ir a la memoria como certeza de que el pasado existe, concebido como un relato que cada persona elige hacer. En esta elección de lo que se quiere recordar se debe tener presente que hay infinitos pasados posibles, para no creerse que sólo hay una posibilidad para recordar.
“El creer que sólo hay un pasado posible es de lo que tratan de convencernos ciertos regímenes autoritarios y demás. La memoria siempre es una construcción y la contrapartida es la obligación de la memoria. Me parece que eso deteriora. La memoria como comprensión del pasado para tratar de actuar mejor en el presente sólo sirve si no es una obligación y es una decisión. Esta obligación de la memoria es contraproducente en última instancia. Uno elige su historia y va armándola según esas elecciones, esas sensibilidades selectivas y esa toma de decisiones”.
Y trae a la memoria a ese personaje que muchos argentinos no tenían tan presente. Su más reciente libro: Echeverría, publicado con el sello Anagrama aborda al personaje de Esteban Echeverría, escritor nacional argentino. Esta entrega si bien no es histórica, sí está enfocada a ella.
“Todos los argentinos hemos escuchado el nombre de Echeverría pero no tenemos idea de quién era. Es como esos nombres que uno ve en las calles todo el tiempo y dice: - ¿quién es? Me interesó y cuando vi cual había sido su historia y sobre todo que en algún momento se le había ocurrido una idea totalmente delirante: la de inventar la literatura argentina, me pareció que valía la pena eventualmente contar su vida”.
Y es que a todos, aseguró, se nos ocurren ideas delirantes, pero los que las realizan son muy pocos. Así, considerando que Esteban Echeverría inventó de algún modo la literatura argentina, ya tenía la base para el trabajo, pero en la novela lo que le importó más fue el trabajo literario de armarla, más allá que las características de este personaje.
“La estructura en términos literarios es un desafío, porque se trata de armar una historia que ya está hecha porque ya es la vida de alguien. Lo que hay que hacer es inventar una historia como suele ser el caso de muchas novelas y encontrar la mejor manera de contarla”.
La muerte como tema recurrente
En los libros de Martín Caparrós hay una presencia constante de una invitada que no había hecho tan consciente. Y es que consideró que el escritor no sabe muy bien sobre qué escribe hasta que ha escrito mucho.
Él, apuntó, había escrito bastante y publicado demasiado, así que se dio cuenta que estaba escribiendo sobre todo sobre la muerte, lo cual no le alegra nada pero por alguna razón se da cuenta que así es, porque sus libros tienen mucho que ver con ella.
“En Echeverría también, quizás menos que otros, está la presencia fuerte de la muerte. El libro se abre con Echeverría jovencito pensando en suicidarse - que es una escena cierta que él cuenta en una de sus cartas y termina con su propia muerte en el exilio-. Creo que hay menos muerte en este libro que en mi novela anterior a esta y de cierta forma estaba contento pensando que me había zafado del asunto, pero no”.
Al hablar de la responsabilidad que siente respecto a lo que escribe compartió que él no pondría en esos términos su trabajo, porque eso implicaría asumir como ambición desmedida la responsabilidad de ayudar.
“En mi trabajo lo pienso más bien como algo inevitable, me importa qué le pasa al mundo, me importaría que cambie, que mejore y sería raro o preocupante que eso no apareciera en lo que escribo. A veces de forma explícita a veces menos. Hay libros claramente pensados en ese registro, como El hambre, que es un trabajo sobre qué posibilidades de cambiar una situación espantosa hay".
El escritor estará una semana en Oaxaca, ya que año con año, desde hace tres, imparte el Taller de Libro Periodístico organizado por la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), la Fundación Tomás Eloy Martínez (FunTEM) y la FILO.
LA FRASE
"No podría sino escribir algo que cuestionara la forma que vivimos, porque todo el tiempo la cuestiono y la pienso.”
Martín Caparrós
