La colonia Ampliación Volcanes está situada a unos dos kilómetros al norte del Centro Histórico de la ciudad de Oaxaca y a unos metros de un estanque de agua. Pero sus habitantes padecen del vital líquido en sus hogares, aun cuando la mayoría cuenta con tubería de agua potable.
Aun también cuando se localiza en las faldas del cerro de San Felipe y el asentamiento lo cruza un arroyo denominado Tecolote, que con las lluvias intensas crece y arrasa con todo.
La mayoría de la gente ha optado por pagar el servicio con pipas de agua y otros más a acarrear con un vehículo particular; unos prefirieron mantenerse con su pozo artesiano.
En ese asentamiento conviven marginación y clase media; casuchas de lámina ya oxidada, con casas de material macizo, de dos pisos.
Un ejemplo de la pobreza es Inés, que desde temprano se dedica a elaborar tortillas para vender. Renta un pequeño cuarto en una “vecindad” a la orilla de un arroyo seco, sobre la calle Zempoaltépetl, donde instaló su brasero.
“Pues de nada sirve que tengamos tubería, de nada sirve que diga Sapao que hay servicios si nunca llega el agua; acá todos tenemos que comprar; según el uso, a la semana un tinaco de mil 200 litros, que nos venden en 120 pesos”, narra.
Explica que la dependencia responsable de suministrar el vital líquido -Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (Sapao)- jamás ha cumplido, por lo que para no quedarse sin agua para cubrir sus necesidades básicas, tienen que desembolsar para comprar agua.
El acarreo
A un lado de su sencilla vivienda, sobre la misma calle de Zempoaltépetl, está Arturo López, que debe suministrar agua en la obra de construcción de su casa, de tabicón y concreto. Él tiene que ir a casa de un familiar en Santa Lucía del Camino y acarrear con una camioneta por lo menos dos tinacos.
De manera paradójica, junto a la puerta que da a la calle colocó una rejilla y candado al medidor de agua, con tal de que no se lo roben… pero nunca llega el agua.
“Es un problema aquí; nunca llega el agua, lo hemos solicitado continuamente pero no hacen caso”, explica el hombre, mientras descarga con una pequeña bomba el agua de un tinaco que trajo sobre una desvencijada camioneta.
Pero también llama la atención acerca de la necesidad de cuidar el agua, porque en muchas zonas hay gente que desperdicia el líquido e incluso lo utiliza para lavar banquetas o barrer la calle, mientras que en otras zonas hay carencias.
Pozo propio
Otra es la historia de doña Epifania. Ella tiene un amplio terreno con vivienda sencilla entre un arroyo pequeño y el río Tecolote, por ahora totalmente secos. En su patio tiene sembrados algunos árboles frutales y flores.
La mujer, cansada por los años, vive en la calle Llano de las Flores 107, en la misma colonia, y se siente orgullosa de contar con un pozo propio.
“Aunque hay tubería, pues jamás ha llegado el agua aquí; gracias a Dios no tenemos que estar comprando pipas, porque el pocito da suficiente, aunque está un poco profundo”, dice ella.
En ausencia de un adulto, y acompañada solamente de su hijo menor, tiene que echar mano de la cubeta y el mecate para sacar agua cuando hay una urgencia.
En la calle, bajo el intenso sol, las quejas son las mismas, como la de doña Petra, que tiene su casa en la colindancia de Ampliación Volcanes con la agencia Donají y San Felipe del Agua.
Ella vive sola, y no tiene ninguno de los servicios básicos; energía eléctrica, imposible obtenerla para su sencilla casa; agua, pide prestado, porque tampoco puede comprar una pipa y llenar un tinaco.
La poca que consigue regalada con sus vecinos, la administra para sus necesidades básicas. “La persona que me vendió un pedacito de tierra no quiso que tuviéramos ni agua ni luz, entonces cómo le vamos a hacer”, dice, mientras cruza la Ampliación Volcanes en busca de algunos víveres.
Río milagroso
Hay dos historias más en la misma colonia, en la parte norte de la capital, que no tienen el servicio de agua potable; los Servicios de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (Sapao) jamás atendieron sus quejas y optaron por el olvido.
Es el caso de don Nicolás, que tiene como negocio una carpintería, en su misma casa ubicada en la calle Tercera Prolongación de Izalco esquina con Llano de las Flores, justo a un lado del río Tecolote.
Jamás les pudieron conectar el servicio, pese a que tienen varios años de vivir en ese lugar; “desde hace cinco años hemos hecho las gestiones pero nadie nos hace caso, dicen que vienen y vienen pero nunca llegan”, cuenta.
Muestra el inagotable pozo que les surte agua a todos los miembros de la familia, ubicado a unos tres metros del lecho del río y que en plena temporada de sequía, el líquido se encuentra a una profundidad de cuatro metros.
El único inconveniente de vivir junto al afluente es que en las crecidas de la temporada pluvial, siempre tienen el temor de sufrir inundaciones.
“Mejor eso que sufrir de falta de agua; es feo no tener ni para poder bañarse, ni para sus necesidades principales. Por lo menos nosotros la sobrellevamos con nuestro pozo y esperamos que nunca se agote”, dice.
Temperaturas elevadas
De acuerdo con el pronóstico general del Servicio Meteorológico Nacional, se prevé que durante el mes de abril, la temperatura máxima promedio mensual superior oscile en los 35 grados centígrados en regiones de los estados Oaxaca, Sinaloa, Nayarit, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Chiapas, Tabasco y Península de Yucatán.
En tanto, se espera que las temperaturas máximas promedio mensuales se presenten arriba de la normal en los estados de Guanajuato, Querétaro, Hidalgo, Tlaxcala, Puebla, Morelos, Ciudad de México, Estado de México, Morelos y en regiones de Baja California, Jalisco, Michoacán, Guerrero, Oaxaca y Chiapas.
Para el mes de mayo, la temperatura máxima promedio mensual será también superior a 35 grados centígrados y se prevé en regiones puntuales ubicadas a lo largo del país.
