Pasar al contenido principal
x

Religión pone en "jaque" a la medicina; se niegan a transfusión sanguínea

Foto(s): Cortesía
Redacción

Oaxaca.- La férrea oposición de los feligreses de la iglesia de Testigos de Jehová a ser sujetos de transfusión sanguínea, coloca en serios aprietos a la comunidad médica del sector público.


Su rechazo a ser transfundidos pone contra la pared a los médicos que tienen la responsabilidad profesional, ética y humana de salvar vidas, admite Gerardo Pérez Lescas, médico internista del Hospital Civil  "Doctor Aurelio Valdivieso", dependiente de los Servicios de Salud de Oaxaca.


Con una antigüedad de veinte años en el servicio de urgencias médicas, el galeno expone que, aunque en realidad son muy pocos casos de esa naturaleza, es pertinente reconocer que cuando se trata de pacientes muy graves, que ingresan con abundante hemorragia a la unidad hospitalaria, poco podemos hacer por ellos, porque los familiares o sus asesores religiosos, ordenan no transfundirlos.


El año pasado se presentaron no más de tres casos, y lo máximo que permiten los familiares de los pacientes, es estabilizarlos con soluciones cristaloides, en tanto toman una decisión que regularmente termina con el alta voluntaria, para luego canalizarlos a una institución médica privada, recuerda.


Con excepción de los adherentes a esa expresión religiosa, el resto de los pacientes que ingresan al área de urgencias médicas, encuentra en la transfusión sanguínea una oportunidad valiosa para salir exitosamente de una intervención quirúrgica, expone de su lado María Eugenia Hernández Jiménez, coordinadora de plantación de ese nosocomio.


Recordó que sólo en el año 2015, la institución atendió 42 mil 388 casos de urgencia médica, y se ubicaron entre las tres primeras causas: traumatismo craneoencefálico, fracturas expuestas y embarazos complicados.


LAS CREENCIAS RELIGIOSAS


Con el merecido respeto a los adherentes de Testigos de Jehová, su oposición a ser transfundidos, aun cuando se trate de casos de urgencia médica, raya en el terreno inhumano, reconoce Alejandro Barrita Ramírez, médico por la UABJO, y sacerdote del templo católico de El Patrocinio.


“Estamos ante una creencia reduccionista que, por lo mismo, atenta contra Dios y la vida humana. Por ese fanatismo, impiden que una vida se salve, y ello, resulta contradictorio a la doctrina de cualquier religión, que es preservar la vida humana. No olvidemos que las grandes religiones de la humanidad, como el budismo y el cristianismo, están a favor de la vida humana”, ilustra el religioso.


Estaríamos ante una incongruencia, porque ellos se oponen a la transfusión sanguínea, por su creencia religiosa y por temor a recibir sangre contaminada, pero en cambio no rechazan el consumo de alimentos con alta carga de productos químicos, cancerígenos y hormonales que afectan la salud y alteran la naturaleza humana, expone el sacerdote de la Iglesia Católica.


Barrita señala que la misión de los médicos, es salvar vidas,” para eso estudiaron”.


LA OTRA VERSIÓN


Desde la óptica de Emilio Ledesma Villegas, adherentes de Testigos de Jehová, en nuestros miembros no se permite la transfusión sanguínea por respeto a la Biblia, que es nuestro manual de vida, pero también por los riesgos que ello implica. “Está demostrado que en muchos casos conlleva a contraer enfermedades graves como hepatitis, leucemia y Sida”, afirma.


La mujer abunda “como testigos de Jehová, sabemos que existen alternativas a los hemoderivados. Creemos en la medicina, por ello cuando estamos enfermos acudimos a los hospitales, pero sólo aceptamos recursos terapéuticos no sanguíneos que están incluidos en el catálogo de insumos del sector salud”, puntualiza.


“Podría citar entre éstos al coagulador de Rayo Argón, expansores de volumen cristaloides y coloides, vitamina K, Eritroyetina (producto que ayuda a subir el nivel de la hemoglobina), Hierro y otros que no contienen sangre”, enumera.


Explica que en Oaxaca existe un equipo tecnológico que se denomina recuperador celular o sanguíneo (Cell Saver) al servicio de todos los miembros de la expresión religiosa. Este equipo limpia la sangre del paciente que circula durante una intervención quirúrgica, sólo que en Oaxaca no existe un especialista para operarlo. “Para ello, traemos un perfusionista  desde la Ciudad de Puebla, que genera algún costo económico, pero nosotros no escatimamos recursos cuando se trata de nuestra salud”, sostiene.


En la breve entrevista, Ledesma Villegas hace notar que todos los miembros de la iglesia de Testigos de Jehová llevan consigo una directriz anticipada y con carta poder para atención médica. En esa identificación se incluyen los datos personales del portador y una leyenda en letras mayúsculas en la que se lee: NO ADMINISTRAR SANGRE. En el documento, el adherente otorga carta poder a un asesor para que lo represente ante una institución médica.


Que prevalezca el derecho a la vida: DDHPO


Para Juan Rodríguez Ramos, visitador general de la Defensoría de los Derechos Humanos del Pueblo de Oaxaca, “estamos ante un tema delicado en el que existen tres derechos en juego.


Los derechos a la vida a la salud y de creencia y conciencia religiosa. En el derecho a la salud se incluye el concepto de información para que el paciente acepte o no el tratamiento  sugerido.


Si el paciente es adherente de Testigos de Jehová, y esta inconsciente y no está presente un familiar, el médico ponderaría el derecho a la vida, y para ello determinaría el procedimiento a seguir. “Porque lo supremo es salvar la vida del paciente, el médico no violaría ningún derecho”.


Anota que si se trata de un paciente consciente, éste tiene derecho a que los médicos le informen cuál es su diagnóstico y el tratamiento a seguir y en base a ello, éste expresaría su acuerdo o desacuerdo.


Sin embargo, por seguridad jurídica y para evitar responsabilidad médica o mala praxis, el médico tendría que recabar por escrito las constancias que acrediten que informó al paciente sobre su diagnóstico y tratamiento a seguir, y si éste presenta  negativa a recibir el tratamiento indicado.


Estos eventuales casos deberán quedar registrados por escrito en el expediente clínico para protección del médico. Con ello, no sería  sujeto de responsabilidad administrativa o penal. “Sin embargo, el hecho de encontrar un obstáculo para salvar la vida de un paciente, quebrantaría la  conciencia del facultativo”, reconoció el visitador general de la DDHPO.


TESTIGOS DE JEHOVÁ


En el mundo: Ocho millones de miembros


En México: 800 mil


En Oaxaca: 50 mil ( en la capital oaxaqueña, 15 mil )

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.