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La maldición de Poltergeist: asesinatos y muertes reales durante film

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Foto(s): Cortesía
Alejandra López Martínez

Agencias

Por su halo misterioso, la película de terror "Poltergeist, Juegos Diabólicos", con Tobe Hooper como director y Steven Spielberg como productor, se convirtió en uno de los mayores mitos de Hollywood.

Tras su estreno en 1982, se acumularon situaciones violentas, tragedias y se tejió un halo sobrenatural alrededor del largometraje que alimentó el mito de que es uno de los más malditos de la cinematografía.

Dominique Dunne, una de las actrices principales, fue estrangulada por su expareja en el mejor momento de su carrera; Heather O’Rourke, la nena protagonista, murió por una extraña enfermedad a los 12 años; Spielberg tomó el control del rodaje, aunque no era el director, tras algunas circunstancias poco claras alrededor de Hooper y su adicción a la cocaína; y durante una escena clave se utilizaron esqueletos reales que intensificaron la leyenda negativa alrededor del filme.

Caótico rodaje

La trama de Poltergeist no es convencional. Una familia de clase media se muda a una casa de un suburbio que está en plena expansión. A medida que van pasando los días empiezan a experimentar diferentes fenómenos sobrenaturales relacionados con el lugar en el que se instaló la propiedad: debajo de esa construcción había un cementerio y los cuerpos nunca se removieron.

El argumento poco explorado por esa época fue la clave para que el film causara furor. Con poco más de 10 millones de presupuesto, recaudó casi 80 millones solo en los Estados Unidos. Fue un número extraordinario para el género y, sobre todo, para la época. Todo un hit de Spielberg.

El cineasta supervisó cada momento del rodaje que tuvo instancias complejas: el manejo del grupo por los efectos especiales, la contención de los niños que eran las principales figuras y la supervisión de algunas situaciones que se vivieron en el set con el director, Tobe Hooper.

Spielberg contrató a Hooper después de haber visto una de las películas independientes más relevantes del terror, de 1974, como The Texas Chain Saw Massacre. Si bien nunca expuso a su colega, entre bambalinas algo le hacía ruido al realizador, que fue tomando cada vez más preponderancia en la toma de decisiones.

La actriz Zelda Rubinstein, que interpretó el papel de la medium, afirmó en varias entrevistas que nunca estuvo cómoda cuando Hooper estaba a cargo debido a la visible adicción a la cocaína que tenía.

Para alejar los rumores, Spielberg le escribió una carta a Hooper que trascendió después. “Lamentablemente, algunos periodistas entendieron mal la relación bastante única y creativa que compartimos durante la realización de Poltergeist. Disfruté de esa franqueza al permitirme, como escritor y productor, un amplio margen para la participación creativa, así como sé que estabas contento con la libertad que tenías para dirigirla de manera tan maravillosa”, expresó.

Al margen del texto, en los papeles, el elenco veía a Spielberg como el hombre que estaba detrás de todo. Frank Marshall, el coproductor, dijo que el que tenía “la fuerza creativa era Steven”, apuntó el sitio IMDb.

Muertos reales

Hay un par de ejemplos buenos para entender el manejo directo que tenía Spielberg de los actores, situaciones en las que Hooper estaba ausente. Una tuvo que ver con algo que le ocurrió a la niña que encarnaba a Carol Anne.

Heather O’Rourke, que tiene varias secuencias de horror, solo tuvo miedo en una de ellas: cuando varios de los juguetes de su habitación vuelan hacia el centro energético que absorbe a su personaje. Al caerse la chiquita de la cama, rompió en llanto y el cineasta frenó todo, la tomó en sus brazos y dijo que no iban a volver a rodar más esa escena.

El otro momento sobresaliente fue el del giro final. La protagonista, JoBeth Williams, tenía que caerse en una pileta llena de barro en la que emergían cuerpos en medio de una lluvia incesante. La actriz dudaba de hacerla debido a que tenía miedo de electrocutarse, por el abundante agua y los cables eléctricos de los equipos técnicos. Spielberg, entonces, para darle confianza, se metió en el lodo junto a ella. “Ahora, si cae una luz, los dos quedamos fritos”, le dijo. Así, ella accedió a rodarla.

Años después, en una entrevista, Williams contó otro elemento sorpresa que trascendió durante ese momento clave. Ella creyó que los esqueletos que había eran de goma pero se enteró de que eran reales recién cuando terminó de actuar. Este dato alimentó las teorías de que la película quedó maldita por haberse hecho con muertos reales.

Asesinato de Dominique Dunne

A los 22 años, Dominique Dunne estaba tocando el cielo con las manos. El éxito de Poltergeist le había significado un empuje sin igual a su carrera, que empezaba a tener un ascenso meteórico. Ese envión se interrumpió para siempre una noche de octubre de 1982: su exnovio, a quien había dejado hacía poco tiempo, la fue a buscar a la casa de un amigo, la arrastró a la calle, la ahorcó y la mató.

Dunne había conocido a su asesino, el chef John Thomas Sweeney, durante una fiesta en 1981. El joven era un cocinero muy famoso del elegante restaurante Ma Maison. En pocos meses, su mirada hacia ella se volvió obsesiva y controladora. “Ella era vulnerable cuando lo conoció. No se dio cuenta de que él era peligroso”, contó una amiga de la chica al diario Los Angeles Times, en 1986.

Ese peligro se fue haciendo evidente con el correr de los meses. Las peleas crecieron, los gritos se intensificaron, hasta que un día la actriz se escapó hasta la casa de la madre y él llegó a golpear la puerta con violencia. Ese fue el final de la relación.

Dunne lo dejó y se mudó a la casa de su familia. Hasta que su entonces novio no se fue del departamento que compartían en West Hollywood, no volvió. Cuando regresó, cambió todas las cerraduras. Semanas más tarde, la actriz fue a la casa de su colega David Packer, con el que tenía que ensayar unas escenas de la mini serie V Invasión Extraterrestre: La Batalla Final. A los diez minutos de haber llegado, Sweeney apareció de sorpresa y le dijo que quería hablar.

Mientras Packer estaba dentro de su casa, el ex de Dunne fue feroz: la golpeó y la ahorcó hasta dejarla inconsciente en el hall externo de la casa. La actriz murió tras agonizar casi una semana. Sweeney confesó el asesinato, fue declarado culpable y cumplió tres años y medio de prisión, una pena muy por debajo de lo que hubiera ocurrido si el caso se daba en la actualidad.

Tragedia de Heather O’Rourke

Además del asesinato de Dunne, hubo otra muerte dentro del elenco principal. Tras haber terminado la tercera parte de Poltergeist, Heather O’Rourke murió a los pocos meses, con 12 años, debido a un severo trastorno intestinal que nunca le diagnosticaron.

Como los médicos le dijeron varias veces a sus padres que la chiquita no tenía nada, su cuadro fue empeorando hasta morir de una septicemia generalizada.

Tanto Dominque Dunne como Heather O’Rourke descansan en el mismo cementerio, el Westwood Memorial Park de Los Ángeles.

 

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