Agencias
George Reeves fue el primer Superman en televisión. Interpretó el papel durante la mayor parte de la década de 1950.
Convirtió al Superhéroe en un ícono y allanó el camino para que muchos actores, después de él, pudieran interpretar al personaje en la televisión y el cine.
Sin embargo, se cree que hay una maldición al interpretar a un personaje extremadamente famoso como es el Hombre de Acero. El actor pierde su identidad personal y llega a ser conocido más como el personaje.
Al final de su estrellato como Superman en la televisión, alrededor de 1958, Reeves siguió el camino de una carrera cuesta abajo, que finalmente terminó con su muerte en 1959.
Su fallecimiento se calificó en forma oficial como suicidio, pero sus fanáticos y los medios de comunicación en general, creen que podría haber sido un asesinato.
Sus primeros años
Nacido bajo el nombre de George Keefer Brewer el 5 de enero de 1914 en Iowa, Estados Unidos, desde pequeño el actor tuvo una vida dura.
Hijo de Don Brewer y Helen Lescher, Reeves no conoció a su padre biológico ya que éste se separó de su madre pocos meses después de su nacimiento. Posteriormente, su progenitora se casó en segundas nupcias con Frank Bessolo, quien adoptó a George, y la familia se mudó a California.
El actor comenzó su carrera en el reconocido teatro Pasadena Playhouse, hizo sus primeras incursiones con la actuación y el canto. En el Pasadena, el artista logró papeles importantes y sus primeros protagónicos.
No obstante, su primer rol de relevancia lo obtuvo en 1939 cuando dio vida a ‘Stuart Tarlenton’, uno de los pretendientes de la actriz Vivien Leigh en el archiconocido filme "Lo que el Viento se Llevó" (1939).
Luego de su participación en la icónica cinta, Reeves fue contratado por la Warner Bros y posteriormente la Twentieth Century Fox, sin embargo, sus papeles en cintas “b” y westerns de mediana difusión no hicieron mucho por su carrera. En medio de este incierto escenario, en 1940 contrajo matrimonio con la actriz Ellanora Needles, con quien estuvo nueve años antes de divorciarse.
Su suerte cambiaría en 1942, luego que George interpretara el protagónico del ‘Teniente John Summers’ en el filme de drama de la Paramount Pictures, "So Proudly We Hail!", el cual fue un éxito de taquilla y de crítica, lo que dejó al artista en un excelente pie para hacer despegar su carrera. Y luego todo se truncó…
De Hollywood a la guerra
Meses después del ataque a Pearl Harbor, en 1943 Reeves, quien no tenía hijos en su matrimonio, fue enrolado en la aviación y permaneció en servicio activo hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Durante este tiempo su carrera en el cine se vio interrumpida.
Cuando terminó la guerra, el intérprete sólo encontró roles en películas y series de bajo presupuesto.
No obstante, pocos años después le sería otorgado el papel que le cambiaría la vida para siempre.
Aventuras de Superman
Si bien su sueño fue convertirse en una gran estrella del cine, lo cierto es que Reeves encontró gran fama de la mano de otro formato: la televisión.
En 1951 fue seleccionado para protagonizar la primera serie basada en el superhéroe de DC Cómics adaptada a la pantalla chica, "Las Aventuras de Supermán".
Durante años, el actor fue conocido de costa a costa en Estados Unidos como el Hombre de Acero, llevando el personaje a lo alto con una impecable interpretación y entrega a su papel. También tenía el apoyo de todos en la producción de la serie, con quienes tenía una cercana relación de camaradería.
Y, pese a que a ratos se sentía atrapado en el traje del superhéroe, durante la década de los ’50 se convirtió en una celebridad nacional y llegó a ganar la importante suma de 5 mil dólares por episodio.
Tras el fin de la serie en abril de 1958, el actor se centró en su vida familiar y sus próximos pasos laborales. Se comprometió con la joven Leonore Lemmon y comenzó a ver formas de seguir ganando dinero con Supermán u otros roles, no obstante, la muerte lo rondaba de cerca.
Su extraño fallecimiento
De acuerdo a lo informado por el Departamento de Policía de Los Ángeles, George Reeves murió a sus 45 años la madrugada del 16 de junio de 1959, a raíz de una herida de bala en la cabeza que fue propinada en su hogar de Benedict Canyon, Los Ángeles, California.
Las horas previas a su deceso el actor había compartido en un pequeño festejo en su hogar junto a Lemmon, su novia, y tres amigos: William Bliss, Carol Van Ronkel y Robert Condon. Con ellos había disfrutado de una cena y bebidas, tras lo cual se excusó y se fue a dormir a su habitación. En medio de la reunión social, el cuarteto escuchó el disparo que acabó de la vida con el recordado Supermán.
Reeves fue hallado tendido sobre su cama, desnudo y boca arriba, con los pies en el suelo. Su posición se atribuyó a que el actor habría estado sentado en el borde de su cama a la hora del suceso, tras lo cual su cuerpo cayó sobre la cama y la pistola que efectuó el disparo bajo sus pies.
No obstante, prontamente las circunstancias de su muerte causaron dudas entre sus más cercanos.
Controversias tras su muerte
Tras su fallecimiento y posterior investigación, la Policía de Los Ángeles calificó el hecho como un suicidio y cerró el caso.
Pero la madre de Reeves nunca se convenció de aquello y encargó una serie indagaciones no oficiales que arrojaron inconsistencias en las circunstancias del deceso.
Entre ellas, destacan que el arma supuestamente utilizada por el actor para suicidarse no tenía huellas digitales, ni siquiera las suyas. Además, el casquillo de la bala fue hallada bajo el cuerpo del actor. Sumado a ello, pese a supuestamente haberse disparado mientras yacía sentado en su cama, el arma fue encontrada a sus pies. Finalmente, se descubrieron dos agujeros de bala en el suelo de la habitación de George, los que Lemmon atribuyó a un disparo accidental ocasionado por ella ese mismo día.
Pese a estas informaciones, la Policía nunca cambió el informe oficial sobre lo sucedido.
Tras conocerse las dudas en torno al caso, muchas personas se negaron a creer en la idea del suicidio, el cual habría sido motivado según los tabloides de la época por el declive en la carrera de Reeves.
Una biografía de ficción sobre la vida del actor, Hollywood Kryptonite, sugiere que fue asesinado por orden de Toni Mannix, esposa del gerente general de la Metro-Goldwyn-Mayer, Eddie Mannix, con quien Reeves tuvo una relación entre 1951 y 1958, como venganza por su ruptura. Otras teorías apuntan a que fue Eddie quien encargó su muerte.
Paradójicamente, en su testamento escrito en 1956 el actor dejó todo su dinero a Toni y la organización en la que juntos habían trabajado arduamente, la Fundación Miastenia Gravis, que lucha contra la enfermedad del mismo nombre caracterizada por la debilidad y fatiga aguda de los músculos de contracción voluntaria.
En este contexto, la muerte de George Reeves se mantiene cubierta por un halo de misterio, considerando que hasta el día de hoy hay quienes dudan de la veracidad de su deceso.
