Citlalli López Velázquez
Sobre la cuarta ola de contagios de COVID-19 se avecina la de ausentismo laboral en Oaxaca.
Por el momento las empresas no han resentido esta afectación a gran escala, sin embargo, es una posibilidad que mantiene en alerta al sector patronal del estado.
“Por el momento no hemos resentido la ausencia en gran escala, posiblemente apenas viene el problema. Esperemos que no, aunque las cifras a nivel nacional nos muestran un contagio impresionante. Afortunadamente no ha sido así la cifra de muertos. Esperamos poder sobrellevar esto”, señaló el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) Oaxaca, Ernesto Gutiérrez Jiménez.
Sin duda -dijo- la ausencia laboral vendrá a ser otro elemento que sume a la difícil situación económica.
“Frente a esto tendremos que asumir nuestra responsabilidad como patrones. Las personas que se contagien no podrán trabajar, eso lo debemos de entender y darles el tiempo suficiente para su recuperación”, expuso.
Panorama laboral
De acuerdo con datos a nivel nacional, hasta antes de la cuarta ola, en México, la pandemia de COVID-19 había causado una pérdida equivalente a, por lo menos 35 millones de jornadas laborales.
En Oaxaca, los días de ausentismo laboral van desde los cinco para quienes tienen su esquema completo de vacunación, y de diez días para quienes no estén vacunados o tengan un esquema parcial de inmunización, esto conforme las recomendaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, tiempo que fue actualizado a inicio de este año.
El estudio “Panorama Laboral en tiempos de la COVID-19. México y la crisis de la COVID-19 en el mundo del trabajo: respuestas y desafíos”, realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), señala que si bien el autoaislamiento, la cuarentena y el distanciamiento social como principales medidas para contrarrestar la COVID-19 a nivel global, permiten aplanar la curva de contagio, también afectan la actividad económica, al desacelerar e incluso interrumpir la producción, lo que disminuye las horas de trabajo y los salarios y da lugar a la reducción de la demanda agregada de bienes y servicios.
“El virus y la consiguiente crisis económica repercuten adversamente en el mundo del trabajo en tres aspectos fundamentales: 1) la cantidad de empleo (tanto en materia de ocupación, desempleo como de subempleo); 2) la calidad del trabajo (con respecto a los salarios y el acceso a protección social); y 3) los efectos en los grupos específicos más vulnerables frente a las consecuencias adversas en el mercado laboral”, agrega el informe.
