Ana Lilia Pacheco
De acuerdo con el registro de Defunciones por suicidio por entidad federativa del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), durante el periodo de 2018 a 2020, hubo un aumento del 35 por ciento en el número de muertes registradas en el estado.
Mientras que en 2018 se registraron 140 suicidios, en 2020 el número de personas que decidieron quitarse la vida fue de 214, siendo los hombres el mayor número de muertes entre los 15 a 29 años de edad.
La doctora Érika Benítez Camacho, miembro de la Asociación Psiquiátrica Mexicana, los factores de riesgo del suicidio incluyen elementos biológicos, psicológicos, sociales y culturales y, sobre todo, los trastornos mentales y las crisis de vida, por lo que estos dos últimos es donde se inserta el impacto que la pandemia de la COVID-19 ha tenido en la población general, en quienes han dado positivo a este virus y en el personal sanitario.
La doctora destacó que en México hay varios focos rojos en el tema de suicidio, uno de los cuales es el grupo de edad de 15 a 29 años donde el suicidio es la segunda causa de muerte, después del homicidio.
Las cifras del 2020 señalan que México registró un número inédito de suicidios con 7 mil 869, la cifra más alta en una década, que además representa un 9 por ciento de aumento con respecto al 2019.
En el caso de Oaxaca, el aumento entre 2019 y 2020 fue de del 23 por ciento de los casos, además de que mientras en 2018 y 2019, los rangos de edad de las personas que cometían suicidio era entre los 15 y 29 años, durante 2021, incrementó a 34 años.
Durante 2020, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que, debido a las medidas de confinamiento ante la emergencia sanitaria global provocada por la pandemia del COVID-19, podrían aumentar los índices de depresión y suicidio.
De acuerdo con psicoterapeutas, el aislamiento es una medida que afecta a todos, pero no de la misma manera, pues en personas con factores de riesgo puede desencadenar una depresión o un bajo estado de ánimo, volviendo aún más vulnerables a aquellos que cuentan con antecedentes autolesivos o tienen problemas de conducta suicida.
La pérdida de trabajo es otro factor que ha vuelto a las personas más violentas con sus familiares o las ha deprimido debido a sentirse poco productivos, que de acuerdo con el estudio que realizó el Instituto Hispanoamericano de Suicidología esto mismo ocurrió en la crisis del 94.
Este estudio señala que una crisis económica puede tener un importante impacto en el número de suicidios como se vivió en el país en 1994 con el “error de diciembre”, cuando alrededor de 1.5 millones de personas perdieron el empleo.
Cabe señalar que la tasa de suicidios en México y el mundo ha crecido de manera sostenida todos los años; no obstante, un dato alentador es que Oaxaca se encuentra entre las tres entidades con la tasa más baja de suicidio, además de Guerrero y Veracruz.
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