Debido a que los niños ya no asisten a clases desde el 20 de marzo para evitar propagación del virus COVID-19, las papelerías y misceláneas alrededor de las escuelas están siendo afectadas.
Anahí Martínez, dueña de una papelería ubicada frente a la escuela Carlos A. Carrillo, en la colonia Reforma, afirma que “los niños mueven la economía de este lugar” y que ahora recortó el horario del lugar y sólo se mantiene de fotocopias que les solicitan las personas.
Señaló que el horario de la papelería era de 7:00 a 19:00 horas de la noche, pero ahora lo disminuyó de 8:00 a 18:00 horas pues las tres escuelas que hay alrededor de su papelería no están laborando.
Agregó que a un lado de su papelería hay una dependencia de gobierno cuyos trabajadores y visitantes también eran sus clientes, pero tampoco están laborando, “a veces, veo que entran automóviles, pero ya no vienen a trabajar todos”.
La comerciante relató que las personas que visitan su papelería, en su mayoría son locatarios del Mercado Miguel Hidalgo que está frente a su local, pero no es un servicio regular.
“A veces, vienen a sacar copias o a comprar alguna cartulina, pero no es tan seguido como los niños”, señaló.
Otra afectada es la señora Margarita quien hasta antes de la contingencia vendía golosinas y mangos en vinagre afuera de la escuela Unión y Progreso, en la agencia de Santa Rosa Panzacola.
Para poder generar ingresos optó por continuar vendiendo sus productos en su domicilio, por lo que en las ventanas de su casa hay cartulinas en las que se lee una lista de sabores de bolis otros productos que ofrece.
Una de las ventajas que tiene es que su casa se ubica en una calle muy transitada.
A pesar de que son días soleados, los vendedores de raspados, nieves y bolis también se ven afectados por la contingencia, ya que los estudiantes son sus principales clientes.
“Ya tenía una ruta marcada, vamos al kinder, después a la primaria y a los colegios, pero ahora ninguna tiene clases y en las calles casi nadie compra”, lamentó un vendedor.
Abundó que también le afectó la suspensión de actos religiosos como misas y cultos.
“Cuando suspendieron las clases, pues todavía nos íbamos a las iglesias y templos, pero la semana pasada, que también prohibieron, pues sacamos muy poco en las calles”, culminó.
