Todo inició el 27 de julio de 1968 cuando estudiantes de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y del Instituto Politécnico Nacional (IPN) organizaron una marcha contra la violencia policial, pero fueron reprimidos por granaderos.
Pronto comenzó un movimiento estudiantil que en pocas semanas creció liderado por estudiantes de la UNAM y el IPN al que se unieron universidades del país que se declararon en paro.
Las protestas aumentaron y el Ejército ocupó las instalaciones de ambas instituciones sin lograr contener el movimiento que se organizó en el Consejo Nacional de Huelga (CNH).
El crecimiento de las protestas amenazaba con echar a perder los Juegos Olímpicos de ese año, lo que arruinaría la imagen que el gobierno de México, encabezado por el priista Gustavo Díaz Ordaz, quien tomó una decisión definitiva.
Día fatídico
La tarde del 2 de octubre se convocó a un mitin y marcha en la Plaza de las Tres Culturas, en Tlatelolco, Distrito Federal, ahora Ciudad de México.
Se dice que cientos de soldados rodearon la plaza apostados desde las azoteas de los edificios aledaños. Lo irónico es que inició la balacera cuando los estudiantes anunciaron que se cancelaba la caminata para evitar violencia.
El grupo paramilitar "Batallón Olimpia", el Ejército Mexicano, la Policía Secreta y la Dirección Federal de Seguridad (DFS) disiparon a estudiantes que estaban concentrados protestando.
En el lugar fueron acribillados líderes, docentes, intelectuales, personal obrero, profesionales y trabajadores de distintos sectores, así como simpatizantes.
Se dice que los grupos del Batallón de Olimpia se infiltraron en las protestas identificándose con un pañuelo blanco y comenzaron a disparar a los civiles desarmados a partir de las 18:00 horas.
Aún ahora se desconoce el número exacto de personas asesinadas, pero se estima en más de 300, aunque el gobierno aceptó que murieron 20.
Según algunos reportes, sólo en una de las cuatro esquinas de la Plaza de las Tres Culturas se hallaron más de 65 cadáveres, otros fueron encontrados en camiones de basura y en calles de la Ciudad de México. Además, los muertos eran recogidos por grúas y vehículos de carga pesada que los trasladaban hasta un sitio clandestino para la incineración masiva.
Díaz Ordaz declaró posteriormente que al enfrentar el conflicto se habían agotado los recursos políticos y se tuvo que acudir a la fuerza.
Lo cierto es que hasta la fecha los crímenes siguen impunes e incluso el destino de los cuerpos, lo que continúa siendo un pendiente de la historia y la justicia en el país.
Otro aniversario
En este 2020 se cumplen 52 años de la matanza y se espera que la realización de diversas marchas en las ciudades principales de la República para recordar este hecho. Sin embargo, estas manifestaciones suelen verse empañadas por intereses no siempre claros dejando pintas y vandalismo a su paso por comercios e instituciones públicas.
El años pasado circularon en redes sociales videos y fotos de agresiones ocurridas en Ciudad de México entre manifestantes y elementos de la policía.
Se presume que durante las marchas hay presuntos grupos de infiltrados, lo que ha desatado voces a favor y en contra; sin embargo, el actual gobierno capitalino mantiene su posición de no intervenir para evitar confrontaciones.
Lo mismo ocurre en otras marchas como las celebradas para denunciar la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y otras en favor del aborto, pero con el común denominador de la violencia y en las que, incluso, han agredido a reporteros.
Oaxaca también padece
Este año en Oaxaca de Juárez también se prevé que la marcha conmemorativa de este 2 de octubre congregue a cientos de jóvenes y que invariablemente termine en actos vandálicos.
Baste recordar que el año pasado durante las protestas se registraron pintas callejeras y daños a monumentos históricos, negocios y viviendas.
Estos movimientos se caracterizan por la participación de jóvenes esbozados que aprovechan para causar destrozos en sucursales bancarias e inmuebles históricos.
Cabe mencionar que las protestas del 2 de octubre de 1968 originalmente estuvieron permeadas por la ideología del partido comunista mexicano que denunciaba al entonces gobierno mexicano por actos de represión e imposición. Lo curioso es que cuando se entrevista a los manifestantes, la mayoría desconoce sobre la doctrina comunista, que ahora denuncian, rechazan que se dé cobertura a sus movilizaciones e incluso declinan hacer declaraciones.
Así que este año se prevén destrozos, ante las quejas de comerciantes que sufren perjuicios en su patrimonio cada que suceden movilizaciones y en las que generalmente nadie se responsabiliza por los daños.
Hechos históricos
- 27 de julio de 1968, fecha en que iniciaron las protestas de jóvenes de la UNAM e IPN.
- 52 años se cumplen de la matanza estudiantil.
- 2 de octubre a las 18:00 se desató la balacera contra los manifestantes .
- 300 muertos son los que se estima dejaron los hechos sangrientos.
Sobre los cadáveres
Se dice que fueron recogidos por grúas y vehículos de carga pesada que los trasladaban hasta un sitio clandestino para la incineración masiva.
Las víctimas
Líderes, docentes, intelectuales, personal obrero, profesionales y trabajadores de distintos sectores, así como simpatizantes.
Protestas actuales
Pintas callejeras y daños a monumentos históricos, bancos, negocios y viviendas.
