Los amantes de lo ajeno no respetaron ni siquiera a la leyenda de Rayados, Jesús Arellano, a quien le robaron el trofeo del Balón de Oro que recibió en el 2003, cuando conquistó el título de Clausura de ese año bajo las órdenes de Daniel Passarella.
A través de su cuenta de twitter, el Cabrito dio a conocer que su preciado reconocimiento desapareció, mostrando una fotografía en donde se encontraba colocado el Balón de Oro.
“Balón de Oro temporada 2002-2003, Mejor Extremos del Clausura”, es la inscripción que se aprecia a leer en la tapa de la caja.
Arellano fue el estandarte de la Pandilla durante los años que se mantuvo en el equipo del Cerro de la Silla, pues con su estilo de juego desenfadado, con esencia de barrio y entregado al cien por ciento a los colores azul y blanco, hicieron que se convirtiera en un referente y en el capitán del Monterrey que terminó con 17 años de sequía sin un campeonato.
