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Luchan en Oaxaca por la vida de Ángel Daniel; sus padres piden ayuda

Foto(s): Cortesía
Giovanna Martínez

Gabriela López se enteró de que los órganos de su bebé crecían al exterior de su cuerpecito, a las 12 semanas de su embarazo; aun así, no tuvo el corazón para interrumpirlo, por lo que decidió que su hijo naciera. 

Para ello, se preparó durante todo el embarazo, tomó medicamentos y siguió al pie de la letra las indicaciones que le hacía su ginecólogo particular; se trasladó desde su natal Juchitán de Zaragoza a la ciudad de Oaxaca y el pasado 9 de abril, en el Hospital General “Dr. Aurelio Valdivieso”, nació Ángel Daniel. 

Su pequeño fue diagnosticado con Onfalocele, el cual es un defecto de nacimiento en la pared abdominal, en el que los intestinos, el hígado u otros órganos del bebé salen del abdomen a través del ombligo.

Por lo que tuvo que quedarse internado en el hospital y sus padres se encuentran luchando para conseguir los recursos para su tratamiento, que le ayudará a operarse y superar esta etapa.

El diagnóstico

Gabriela es una mujer de 30 años que tuvo la ilusión de formar una familia al lado de su esposo; en este trayecto, ella ha logrado embarazarse seis veces, pero en cuatro ocasiones tuvo abortos que le impidieron cumplir su sueño de ser madre. 

Tiene un hijo de 3 años y Ángel es su recién nacido; asegura que a las 12 semanas de gestación, le diagnosticaron Onfalocele; en su momento le aseguraron que podía interrumpir el embarazo, pero ella no quiso y decidió continuar. 

“Yo, en ese momento ya amaba mucho a mi hijo y no tuve corazón para interrumpir mi embarazo, por lo que visité a muchos ginecólogos y me comentaron que mi bebé tenía esperanzas, siempre y cuando me trasladara a la ciudad de Oaxaca”, expresó.

A las 36 semanas de embarazo, a Gaby le detectaron dengue y tenía un diagnóstico de preeclampsia, por lo que dio a luz a su bebé en el Hospital Civil. 

El tratamiento

El pequeño Ángel se encuentra internado en el hospital; requirió de una máquina a la que está conectado como parte de su terapia; dicho aparato tiene un costo de más de 24 mil pesos, además, por unas esponjas que ocupa, se paga cuatro mil pesos y se cambian cada tercer día. 

El bebé se encuentra entubado; además, el cardiólogo aseguró a los padres que tiene un soplo en su corazón, por lo que el especialista decidirá si necesita operación. 

Debido a los gastos médicos y la estancia en la ciudad, Gabriela y su esposo decidieron rentar un cuarto para poder pernoctar, ya que les salía más barato que permanecer en una estancia. 

El esposo de Gaby tuvo que abandonar su trabajo en Juchitán para que junto con ella, pudieran hacerse cargo de su bebé, ya que permanecer en el hospital es agotador para cualquiera; pese a ello, ambos se mantienen al pie del cañón para lo que su hijo necesite. 

Para solventar los gastos, la familia de ambos padres ha colaborado con ellos; además, han tenido que recurrir a préstamos y a solicitar ayuda a través de redes sociales para poder salvarle la vida a Ángel. 

Ciudadanos se han unido a la causa y han donado artículos para vender o rifar; un ejemplo de esto ocurrió el pasado 23 de abril, cuando el propietario de una alberca donó las entradas para ayudar con los gastos a la familia. 

Tanto Gabriela como su esposo han puesto en las manos de Dios la salud de su hijo; ellos desean que Ángel Daniel pueda progresar y que pronto pueda operarse, seguir con su tratamiento y en algún momento regresar a su comunidad. 

En tanto, para quienes deseen ayudar a la familia, pueden hacerlo comunicándose con Gaby al número 971 195 52 38 o a través de donaciones económicas a la tarjeta del banco Banorte con número 4915668453685026. 

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