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Oralia Maceda, migrante de Oaxaca, en Foro internacional de la ONU

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Foto(s): Cortesía
Octavio Vélez Ascencio

Oralia Maceda Méndez, una indígena mixteca, de 46 años de edad, vivía del campo desde niña con su familia en su comunidad de origen, San Francisco Paxtlahuaca, perteneciente al municipio de San Agustín Atenango, hasta que entró en vigor el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), el 1 de enero de 1994.

Y es que ese acuerdo comercial suscrito por el entonces presidente Carlos Salinas de Gortari, junto con sus homólogos de Estados Unidos y Canadá, George W. Bush y Brian Mulroney, terminó con la actividad agrícola de la que dependía su familia.

Entonces, no le quedó otra más que migrar a los propios Estados Unidos para poder sobrevivir. Ahí, ya como militante del Frente Indígena de Organizaciones  Binacionales (FIOB), llegó a trabajar en la limpieza de casas, aunque después ingresó al Centro Binacional para el Desarrollo Indígena Oaxaqueño (CBDIO), una organización hermana, donde se convirtió en una de sus activistas más importantes y su coordinadora de programas, hasta ser su representante en el 22 período de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), que se celebra en Nueva York, donde puso en la agenda internacional un tema hasta ahora no discutido.

“Desde niños, con mi papá, nos dedicábamos con mi familia al campo, el agua no escaseaba en el pueblo, cruzaba un río. Sembrábamos y cosechábamos tomate, sandía, melón y calabaza, eran cortes grandes, era una fuente importante de ingreso. Pero, después de 1994, ya no hubo más, recuerdo que los tráileres regresaban llenos de calabaza y tomate de Tepeaca, Puebla, donde se vendía la cosecha, no sabía la razón hasta que leí el TLCAN. Con eso, ya había más producción en el mercado y mi papá, como pequeño productor, ya no podía porque la inversión era alta y no salía, ya no había venta”, contó.

De esta manera, dejó su comunidad de origen en 1998 y decidió ir a los Estados Unidos, junto con su hermano Aurelio, por ser una oportunidad para sobrevivir.

 “Inicialmente llegué a Anaheim, California, donde viví con una hermana mayor, que desafortunadamente ya falleció. Ahí, trabajé en la limpieza de casas (house keeping), pero después me fui a Fresno, donde empecé como trabajadora comunitaria en el CBDIO y después desarrollando un programa de salud para la mujer indígena migrante, hasta ser la coordinadora de programas”, relató.

A pesar de esto, no ha dejado de lado su militancia en el Frente Indígena de Organizaciones Binacionales (FIOB), al que pertenece desde 1996 cuando se encontraba en su comunidad de origen.

“En la organización  soy asesora. Trabajo con los nuevos miembros para asegurar que sepan quiénes somos, por qué surgimos, la razón de ser, la importancia de estar organizados y sobre todo, para alzar la voz y denunciar las malas políticas de los gobiernos de México y Estados Unidos”, describió.

Todo ese trabajo comunitario tanto en el CBDIO y en el FIOB, fue valorado y reconocido por una organización internacional que hizo lo necesario para que pudiera acudir al 22 período de sesiones del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU en la Gran Manzana.

“Aunque estemos en Estados Unidos, viajar es muy caro, porque no tenemos los recursos financieros necesarios. Entonces como colaboramos con otras organizaciones de causa social, afortunadamente una de ellas, vio el trabajo desempeñado a través de los años, sobre todo en los tiempos de pandemia, cuando más se necesitaba informar a comunidades, financió mi viaje y me invitó a ser parte del encuentro de la ONU”, refirió.

Por el conocimiento claro del caso, puso en la agenda del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU el tema de los indígenas migrantes, porque solamente se habla de los pueblos indígenas desde sus problemas enfrentados viviendo en sus comunidades, sin escucharse ni conocerse los problemas de las comunidades indígenas migrantes.

“Entonces, sentí la necesidad de poder hablar como indígena migrante, pues no porque hayamos salido de nuestras comunidades, nos hemos alejado de lo que somos, estamos en un espacio diferente, pero seguimos manteniendo nuestra identidad, cultura y lengua. Es que es necesario que los países integrantes de la ONU deben saber que hablar de pueblos indígenas no solamente es de sus países de origen, sino también de quienes estamos saliendo de nuestros pueblos y llegando a otros países. Uno de los mayores problemas que enfrentamos es que no nos ven como indígenas o como mexicanos, nos ponen como latinos o hispanos. En las clínicas o donde recibimos servicios, no nos identifican como indígenas, sino como latinos o hispanos. Por eso, ahora el CBDIO, junto con el FIOB, estamos impulsando la aprobación de leyes para que en el estado de California los migrantes, especialmente los indígenas, tengan derecho a la salud en el 2024 sin importar su estatus migratorio. Además, estamos empujando la Ley AB227, para que toda persona que vive y trabaja en el campo, con permiso de trabajo y seguro social, tengan derecho al beneficio del desempleo, sobre todo, porque últimamente por el cambio climático muchos paisanos no pudieron trabajar por las fuertes tormentas que cayeron. Cuando regresaron a trabajar no había cosecha, porque la fresa se descompuso por tanta agua”, relató.

Fue tal la importancia del caso que el presidente del Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU, el indígena colombiano, Darío Mejía Montalvo, habló del tema en su discurso de apertura.

“Un día antes del inicio (el domingo), pude encontrar al presidente cuando fui a recoger mi acreditación de la asamblea. Venía con otras personas, me presenté con él como indígena migrante y le hable del tema. Fue cuando me dijo ‘no lo tenemos en nuestra agenda’, pero en su discurso inaugural (el lunes), dio la bienvenida a las comunidades indígenas y reconoció a los indígenas migrantes. Mis compañeros me dijeron ‘ya viste lo que causó tu presencia, ya incluyó el tema en su discurso’. Espero que verdaderamente mi intervención incida en la discusión, porque como indígenas migrantes queremos ser incluidos en la agenda de pueblos indígenas de la ONU”, terminó.

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