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Personas con discapacidad en Oaxaca, reciben 18.8% menos de ingresos

Foto(s): Cortesía
Nadia Altamirano Díaz

Tener una discapacidad, como requerir lentes para ver o no poder hablar o comunicarse imprimen una diferencia en negativo al momento de promediar los ingresos de una persona, los cuales pueden ser 5.3 o hasta 63.5 por ciento menos en comparación con una persona que no tiene este tipo de dificultades físicas qu evidencian un campo laboral en Oaxaca que está lejos de mostrar inclusión.

Los resultados de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022 (ENIGH) permite observar la marcada diferencia, ya que mientras 2.5 millones de personas sin discapacidad en Oaxaca reportan percibir un ingreso promedio cada tres meses de 16 mil 781 pesos, en 260 mil 34 personas que tienen alguna limitación física el promedio disminuye 18.8 por ciento con 13 mil 608 pesos.

Si Alma, una mujer de 43 años en situación de discapacidad de origen auditivo, destina ocho horas diarias a pintar desde casa piezas de hojalata de siete centímetros que entrega a un artesano, a la semana puede recibir 400 pesos y alcanzar el promedio trimestral que identifica la ENIGH.

Esmeralda, dos años menor que Alma, consigue en una sola quincena la percepción que con dificultad logra su hermana, en parte porque tiene dos empleos y porque al no tener discapacidad no tiene barreras sociales que derribar.

¿Y la inclusión?

Al recordar que su hermana Alma llegó a quinto año de primaria porque a falta de maestro o maestra de educación especial o que supiera lengua de señas en cada grado sólo la promovían sin obtener conocimiento mínimo como leer o escribir, Esmeralda no tiene duda de que el sistema educativo es responsable de la falta de escolaridad en personas no oyentes.

“Siempre le echamos la culpa al gobierno, pero es la verdad, porque si existieran más escuelas o les pagaran a los intérpretes para estar en el sistema escolarizado habría realmente inclusión, pero hasta ahora que existen Usaers (Unidades de Servicios de Apoyo a la Educación Regular) da la posibilidad de atender a una persona sorda o no hablante, pero si no logran aprender a leer y escribir para concluir su educación básica, las empresas también se excudan”, explica.

Si Alma no asistió a un Centro de Atención Múltiple (CAM) es por los gastos y tiempo que implicaba el traslado de lunes a viernes y hasta que cumplió los 20 años Esmeralda se encargó de acompañarla para que fuera alfabetizada en lengua de señas, algo que aprendieron juntas.

“La educación para las personas sordas no es algo especial, pero sí debe considerarse un plan de estudios para ellos, porque no es lo mismo tratar con una persona sorda u oyente sin estudios, que una que se puede comunicar al menos a través del lenguaje escrito”, aclara Esmeralda, quién ha aceptado acompañar a personas sordas a entrevistas de trabajo para fungir como intérprete, las cuales no son contratadas porque no logran comprobar al menos la educación básica con documentos oficiales.

“Hay muchos sordos que se estáncan por la falta de estudios”, afirma Esmeralda, quien ha vistó cómo su hermana ha tenido que planchar o lavar ropa ajena para tener ingresos, porque la posibilidad de un trabajo formal está descartada.


Dificultades físicas y económicas

Mediante la ENIGH el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) logra una representatividad por entidad federativa con estimaciones para los dominios urbano y rural, diferenciando incluso entre aquellos donde viven personas con discapacidad.

Las personas que tienen una discapacidad visual, aunque use lentes, son quienes resienten menos la diferencia de ingresos, ya que apenas es de 904 esos menos, lo que equivale al cinco por ciento en comparación con lo que percibe una persona sin discapacidad.

La ENIGH identificó que en Oaxaca las 140 mil 647 personas que tienen dificultades para caminar, subir o bajar usando sus piernas perciben 24.6 por ciento menos que una persona sin discapacidad, ya que su ingreso trimestral promedio es de 12 mil 633.

Para las personas con dificultades para mover o susar brazos o manos el ingreso trimestral promedio baja 39.2 por ciento por alcanzar apenas 10 mil 186 pesos, es decir 3 mil 395 pesos mensuales.

Las personas que tienen dificultades para escuchar, aunque usen un aparato auditivo perciben 45.5 por ciento menos que quienes no tienen discapacidad, por lo que su ingreso trimestral promedio es de 9 mil 134 pesos.

Quienes tienen dificultad para aprender, recordar o concentrarse alcanzan un ingreso trimestral de 8 mil 983 pesos, 46.4 por ciento menos que una persona sin discapacidad. Después de estas discapacidad, la diferencia de ingresos se marca todavía más por estar incluso de la mitad de lo que logra percibir una persona sin discapacidad.

Las dificultades para realizar con autonomía e independencia actividades diarias por problemas emocionales o mentales influye para que las personas vean reducido en un 56.8 por ciento su ingreso y trimestralmente sólo otentan 7 mil 229 pesos, apenas 179 pesos más quienes no pueden bañarse, vestirse o comer por sí mismos.

Pero son las personas que aunque puedan realizar las otras actividades cotidianas, pero no hablar o comunicarse con quienes son oyentes, las que reciben apenas 4 mil 954 pesos trimestrales.


Panorama

  • 16 mil 761 pesos de ingreso trimesstral promedio para una persona sin discapacidad
  • 13 mil 608 pesos para una persona con discapacidad
  • 9 mil 134 pesos para quien tiene dificultades para escuchar a pesar de usar aparato auditivo
  • 4 mil 954 pesos para una persona con dificultades para hablar o comunicarse

 

“La educación para las personas sordas no es algo especial, pero sí debe considerarse un plan de estudios para ellos”.

Esmeralda , Intérprete 

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