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Excandidato a edil de Matías Romero, culpable por violencia familiar

Israel G.S
Foto(s): Cortesía
Citlalli López Velázquez

El excandidato a la presidencia municipal de Matías Romero por el Partido Unidad Popular (PUP), Israel G. S., fue sentenciado a dos años con tres meses de prisión por el delito de violencia familiar. También arrastra una demanda de pensión alimenticia, con pocos avances porque ha encontrado formas de evadir la notificación, aun estando encarcelado

G. S. estuvo por primera vez en prisión en el 2014 y desde mayo de 2022 se encuentra recluido en la cárcel de Cuicatlán, reaprehendido por incumplir los compromisos asentados en la suspensión del proceso.

La sentencia es un logro de la denunciante, sin embargo, a través de un mensaje posteado en sus redes sociales mostró su preocupación porque G. S. podría salir del penal en poco tiempo.

De la sentencia de dos años con tres meses, sólo le quedan por compurgar 9 meses con 7 días o “se puede esfumar si paga una irrisoria multa”, indicó.

 

“Eso me preocupa, porque mi denuncia de pensión alimenticia que inicié desde el 2018 va muy lenta, sobre todo porque el demandado nunca tuvo un domicilio fijo, ningún empleo formal ni voluntad para empezar a pagar la pensión provisional que cuenta a partir de que se le notificó por edictos. Esa historia en parte ya es pública, porque una alternativa fue exhibirlo en el tendedero de deudores alimentarios”, subrayó.

Explicó que luego de la creación del Juzgado Segundo de lo Familiar y Civil del Distrito Judicial de Etla en abril pasado, existió el compromiso de emitir la sentencia en unas semanas, sin embargo, no ha sido posible porque en el expediente aún no obra la devolución que el Juzgado de Cuicatlán debe hacer de un exhorto enviado al penal desde el mes pasado.

 

“Mi urgencia es por el temor de que Israel Enrique Gallegos Soto obtenga su libertad y no alcancen a notificarle el monto de pensión alimenticia que debe pagar, porque si no incumplen, hay otras salidas por las que optaré para que no evada esta responsabilidad a la que mi hija tiene derecho desde su nacimiento”, expuso.

Consideró que una vez que G. S. salga de la cárcel podría huir o emprender nuevas formas de violencia hacia ella por haberlo denunciado y logrado que fuera encarcelado.

“Este logro es apenas uno en estas dos batallas legales a las que le he invertido tiempo, perseverancia y que he tomado como una oportunidad para retomar una vida que está libre de la infelicidad que, junto con todo rastro de amor, quedó en el olvido. Aprendí también a no permitir que alguien me juzgue por lo que viví ni me responsabilice por una violencia familiar que no elegí. Ha sido muy fortalecedor saber que soy capaz de maternar sin el apoyo ni presencia del padre de mi hija, pero también sin resentir su ausencia porque él fue quien se perdió la gran dicha de participar en su formación y disfrutar de todo lo que ella es capaz de dar y lograr”, expresó.

 

 

Finalmente la denunciante hizo un llamado a otras mujeres que están enfrentado la misma situación que ella. 

“Que esta sentencia sirva también para decirle a mujeres, que como yo decidieron iniciar una demanda penal, que no se den por vencidas y confíen en su fuerza que se alimenta de quienes las rodean. Hacer lo contrario es validar un sistema que solapa a machos violentadores”.

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