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Cambio climático y escasez de agua: una nueva realidad para Oaxaca

calor-Oaxaca
Foto(s): Cortesía
Redacción

Escrito por José Manuel Cruz Carrasco

 

La ciudad de Oaxaca tiene que adoptar una nueva realidad, una que se asemeja más a la ficción, en donde un lugar que antes parecía ser "mitad agua" comienza a volverse desértico. Las calles del centro histórico se vuelven inhabitables a las 12 del día y comienza a percibirse en ellas una sensación que evoca al sentimiento de estar en la playa: shorts, camisetas, gorras y sombreros, sombrillas; hasta que de pronto algo rompe con esa ilusión. El calor no es húmedo como en la playa, es sofocante, el agua es escasa. Oaxaca tiene cada vez menos agua. 

AGUA POTABLE, ESCASA EN OAXACA 

Aquí, en la tierra del mezcal, podríamos decir que pronto hemos de vivir como los agaves, como seres silvestres que habitan en ambientes áridos y sobreviven consumiendo poca agua.

La sequía que azota el estado actualmente cubre un 90 por ciento del área geográfica. El Sistema Operador de Agua Potable y Alcantarillado de Oaxaca (SOAPA) reportó recientemente que la cantidad de litros que se distribuyen al estado son insuficientes, distribuyendo 195 litros por segundo cuando la cantidad necesaria estimada es de al menos mil 100 litros por segundo

Los argumentos principales que ha dado Omar Pérez Benítez, titular de la SOAPA, acerca de por qué el estado de Oaxaca se está quedando sin agua, son los siguientes. El cambio climático, la red de distribución de agua potable es muy vieja -con antigüedad de entre 30 y 40 años-, y la falta de recarga en los mantos acuíferos.

En el estado de Oaxaca solo 1 de cada 10 habitantes tiene acceso al servicio de agua potable. 

Esta cifra llega a ser aún más alarmante si tenemos en cuenta los datos proporcionados por el INEGI en el 2022; Donde es más sencillo tener acceso a un teléfono inteligente (8 de cada 10) o a un vehículo de motor (2 de cada 5) que a un derecho básico como lo es el agua.

Algunos municipios solo cuentan con la posibilidad de obtener agua una vez al mes. La gran problemática hídrica no solo es un problema de crisis ambiental, sino que, ahora ha llegado a convertirse en un problema de mercado, por las afectaciones que ha dejado el comercio local.

Esta escasez ha llevado a la población a buscar alternativas, como el uso de pipas de agua, cuyo servicio se ha visto rebasado ante la demanda incesante de la población. Esto lamentablemente solo ha terminado en un aumento significativo en el precio de las pipas de agua. Según información recuperada por “El Heraldo de México”, las pipas de agua han alcanzado un precio de hasta dos mil 500 pesos por cinco mil litros. 

La situación empeoró cuando los pozos en la periferia comenzaron a vaciarse, provocando importación de pipas de agua desde otras zonas de Oaxaca. Sin embargo, esta medida no ha resuelto el problema, sino que, lo ha agravado aún más. La sobreexplotación. Tanto legal como ilegal de los pozos de agua en otras regiones ha derivado nuevamente en sequía. 

Un tinaco de 1100 litros que en Etla costaba 150 pesos en enero, ahora cuesta 250. El presidente de Bienes comunales en San Agustín Etla, Ignacio García Torres, advierte que si estas prácticas continúan. En 10 años este suministro también correrá peligro.

Las lavanderías improvisadas en los pueblos comienzan a convertirse en grupos anárquicos contra la adversidad; y allí rodeados de trapos y cubetas, que poco a poco comienzan a secarse, las manos trabajadoras de las y los oaxaqueños luchan con cada prenda que lavan para no convertirse en museos obsoletos, lavar la ropa ahora es un lujo. Y es que actualmente, las probabilidades de lluvia, de acuerdo con datos de la Coordinación Estatal de Protección Civil y Gestión de Riesgos (CEPCyGR), se mantienen bajas, situadas en un 7%. En contraste con este mismo período el año anterior, las probabilidades de lluvia oscilaban alrededor de un 45- 50 por ciento. Siendo consecuencia principal de la sequía extrema por la que atraviesa el estado. Esta situación, combinada con los fuertes vientos, ráfagas que llegan alcanzar hasta los 50 a 70 km/h, ha desencadenado en una nueva crisis de incendios forestales.

Crisis de incendios forestales, principal consecuencia de la sequía y el cambio climático

Los incendios en el estado de Oaxaca contabilizan más de 89 en lo que va del año. Comparando las estadísticas que proporcionó la Comisión Estatal Forestal (COESFO) con las del año anterior (2023), periodo que ya había llegado a cifras récord para la entidad federativa, Oaxaca ocupó la octava posición nacional por superficie afectada en incendios forestales (38 mil 447 hectáreas) y la 11 por incendios forestales (175). Este año ya se ha alcanzado el 50% del total de incendios forestales del 2023, teniendo aun 8 meses por delante para que culmine el año.

Lamentablemente los incendios no solo representan un daño a las superficies afectadas. Si no que, igualmente, dejan a su paso concentraciones de gases que terminan siendo hostiles al aire que respira la ciudadanía. De acuerdo con la Secretaría de Medio Ambiente del Gobierno del estado de Oaxaca, la zona metropolitana de la entidad se ha visto en varias ocasiones afectada por los constantes incendios y ha sido clasificada con mala calidad de aire. Ante esto, los Servicios de Salud (SSO), han implementado el uso de un semáforo como medida de alerta a la población dicha problemática. Siendo el color verde catalogado como buena calidad de aire, amarillo: aceptable, naranja: mala, rojo: muy mala y morado: extremadamente mala.

Mi Oaxaca se está quemando. Salgo a la ciudad y de pronto el cielo luce apagado, con tonos grisáceos. Una vecina grita “Al fin, va a llover”, los vecinos le contestan “no, es el humo. Parece que ahora se está quemando el Soriana”

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