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Mala calidad de aire en Oaxaca, un riesgo de salud para la población

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Foto(s): Emilio Morales Pacheco
Nadia Altamirano Díaz

A una larga lista de factores que ponen en riesgo la salud, la población de la ciudad de Oaxaca suma las finas partículas contaminantes que en un período de 30 días en tres ocasiones han deteriorado la calidad del aire exterior.

Bronquitis, neumonía, agravar enfermedades pulmonares o provocar muertes prematuras son algunos de los diversos impactos que la mala calidad del aire tiene en la salud.

Lo preocupante para el neumólogo adscrito al Hospital General Doctor Aurelio Valdivieso, Filiberto Cruz Vicente, es que a pesar de que cada vez más personas están informadas que desde el lunes por la tarde hay una mala calidad del aire en la ciudad de Oaxaca, hay una indiferencia colectiva.

“Mucha gente sí sabe sobre la mala calidad del aire, pero ocurre lo mismo que con la alimentación, sabe el impacto de comer mucho o con mala calidad, pero es indiferente a la gravedad de este tipo de daños a la salud”, reflexiona.

 

 

Cambia color del semáforo

Desde las 18:00 horas del lunes pasado, primer día de este mes de abril, la Secretaría de Medio ambiente, Biodiversidad, Energías y Sostenibilidad, cambió a naranja el color de su semáforo, advirtiendo que la calidad del aire era mala.

Son cinco los niveles que advierten si la calidad es buena (verde), aceptable (amarillo), mala (naranja), muy mala (rojo) o extremadamente mala (morado).

Para el martes 2 y el miércoles 3 de abril la actualización del semáforo ambiental se mantenía en color naranja, sin ninguna variación.

 

 

Estos tres días consecutivos representan la tercera ocasión que en menos de 30 días se enciende esa alerta ambiental.

La ocasión anterior que se reportó una mala calidad del aire exterior fue el pasado 21 de marzo y una más el pasado 3 de marzo.

El cambio en la calidad del aire está directamente relacionado con el incremento de incendios y los contaminantes que se generan por la combustión de vegetación seca o desechos sólidos.

 

 

Aumentan problemas respiratorios

La falta de un sitio de disposición final para los desechos sólidos que lleva a algunas personas a incinerar su basura es otra mala práctica que en opinión del neumólogo pediatra Isaías Mejía Luis, afecta también la calidad del aire.

Como especialista la mayor preocupación la centra en que la población normalice la mala calidad del aire, como si creyera que las vías respiratorias se acostumbrarán y no resentirán. 

“El sistema respiratorio no se acostumbra. Hay un efecto directo y negativo en la salud que a largo plazo puede agudizar enfermedades crónicas como las fallas cardiacas, asma y la  Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC)”, detalló.

 

 

En el caso de niños o niñas, los cuadros repetitivos de asma provoca una “remodelación pulmonar” que en la etapa adulta les limita a realizar actividades físicas o los tratamientos ya médicos dejan de tener efectividad.

Tanto el neumólogo Isaías Mejía como su colega Filiberto Cruz han notado un incremento importante de pacientes que resienten en las vías respiratorias la mala calidad del aire.

Dolor de garganta, tos frecuentes o síntomas gripales, pero sobre todo las crisis asmáticas son los problemas más recurrentes.

“Respiramos aire contaminado con partículas muy finas que no alcanzamos a ver, pero que inciden en un incremento de enfermedades respiratorias o muertes prematuras”, insiste el especialista Filiberto Cruz.

 

 

Faltan políticas públicas

La Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que anualmente en el mundo ocurren 4.2 millones de muertes prematuras por la contaminación ambiental en ciudades y zonas rurales.

El 89 por ciento de esas muertes ocurren en países de ingreso bajo y mediano, donde la población soporta de forma desproporcionada la carga que supone la contaminación del aire exterior.

 

 

Más allá de utilizar cubrebocas, no realizar ejercicio al aire libre o reducir el uso del automóvil, las acciones de la población se minimizan sin medidas que adopten las autoridades municipales o estatales que incluyan a los sectores energéticos, de transporte, la gestión de desechos, la planificación urbana y la agricultura.

 

 

Efectos de los contaminantes

Dióxido de azufre (SO₂)

Irrita las vías respiratorias y en altas concentraciones puede provocar bronquitis y traqueítis.

Dióxido de nitrógeno (NO₂)

Irrita las vías respiratorias, pero en altas concentraciones puede provocar bronquitis y neumonía.

Monóxido de carbono (CO)

En altas concentraciones inhabilita el transporte de oxígeno hacia las células. Si se expone prolongadamente puede provocar mareo, dolor de cabeza, inconsciencia e incluso la muerte.

Partículas PM10

Agravan el asma y enfermedades respiratorias cardiovasculares. Su exposición crónica a altas concentraciones puede provocar un incremento en el riesgo de morbilidad y mortalidad.

Ozono (O₃)

Irrita las vías respiratorias. En altas concentraciones reduce la función pulmonar, empeora el asma, inflama las células que recubren los pulmones y agrava enfermedades pulmonares crónicas.

Partículas PM2.5

Agravan el asma, reducen la función pulmonar y se asocian con el desarrollo de diabetes. Pueden ocasionar disminución en el tamaño del feto.

 

“El sistema respiratorio no se acostumbra. Hay un efecto directo y negativo en la salud que a largo plazo puede agudizar enfermedades crónicas como las fallas cardiacas, asma y la  EPOC".

Isaías Mejía Luis, neumólogo pediatra

 

“Respiramos aire contaminado con partículas muy finas que no alcanzamos a ver, pero que inciden en un incremento de enfermedades respiratorias o muertes prematuras”.

Filiberto Cruz Vicente, neumólogo adscrito al Hospital Civil

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