Oaxaca.- Los ventanales quedaron tapizados con madera. La tienda fue clausurada a miradas curiosas que en los dos últimos días se insertaban con matices de miedo, incertidumbre, impacto y admiración.
Las labores de limpieza continúan al interior. Personas entran y salen llevando bolsas cargadas de vidrios, escombros y basura que dejaron al paso quienes saquearon la sucursal de la tienda Coppel la madrugada del 20 de junio.
Alrededor, la vida camina con cierta normalidad. Los puestos ambulantes se reinstalaron a lo largo y ancho de las calles. Los establecimientos comerciales abrieron sus cortinas esperanzados a un nuevo día.
Una extraña calma fluye con la precaución impuesta en los manchones de hollín de lo que fueron barricadas; mechas del fantasma del 2006.
Las personas siguen su ajetreo diario. “Hay que buscar para comer”, expresa don Rubén Molina, quien tiene su puesto entre la hilera instalada sobre Hidalgo, detrás de la cual se ubica la zapatería Azteca, también saqueada en la víspera.
El lugar quedó cubierto con placas de madera. Adentro crujen los vidrios en las labores de limpieza que se llevan a marchas forzadas. Cinco bolsas de basura repletas de los escombros se encuentran en la parte exterior del local.
13 familias
Los trabajadores de este establecimiento fueron distribuidos en las sucursales hermanas de la cadena de zapaterías propiedad de un inversionista originario de la Ciudad de México. Para quienes laboraban en el lugar, la situación se tornó complicada, porque al ser comisionistas, verán disminuido su salario. En total 13 familias dependían de este local fundado hace 17 años.
Sobre Morelos, la tienda de autoservicio OXXO quedó cerrada luego de los saqueos ocurridos en distintas sucursales de esta cadena comercial propiedad de Fomento Económico Mexicano (Femsa).
El pasado martes, Femsa anunció que decidió cerrar temporalmente algunos de sus establecimientos en Oaxaca “para proteger a sus empleados y clientes, debido a los hechos violentos que se registraron el fin de semana entre policías y simpatizantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en la localidad”.
De esta manera, en sólo una semana, tres negocios se vieron obligados a bajar cortina, sin que hasta el momento exista la certeza de que vuelvan a abrir.
