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Recuerdan oaxaqueños visita a las 7 casas

Foto(s): Cortesía
Redacción

La feligresía católica oaxaqueña se volcó ayer por las calles del centro de la ciudad para recorrer las siete casas, en el inicio del triduo pascual que recuerda la pasión, muerte y resurrección de Jesús.


Los templos más visitados por los miles de peregrinos fueron la Catedral, donde se exhiben los estandartes y relicarios de la entidad; la Basílica menor de la Virgen de la Soledad, el templo de la Compañía de Jesús y de San Agustín, en el primer cuadro de la capital.
Ni el aguacero que azotó a la capital del estado a las 18.00 horas impidió que los fieles católicos recorrieran los templos para escuchar las celebraciones eucarísticas, orar, besar las imágenes religiosas, recibir palmas bendecidas y adquirir bolsas de pan bendito.
Inicio del recorrido
NOTICIAS, Voz e Imagen de Oaxaca, inició el recorrido de las siete casas visitando primero la capilla de Nuestra Señora de la Defensa, un pequeño templo austero pero con  una larga tradición religiosa en la ciudad.
En el primer lugar se recuerda el recorrido de Jesús desde el Cenáculo, en donde celebra la Última Cena con sus discípulos, hasta el huerto de Getsemaní en donde ora y suda sangre.
En  el templo de la Orden de Frailes Menores, el ex convento de San Francisco, se medita sobre el paso desde el huerto de Getsemaní hasta la casa de Anás, en donde el Hijo de Dios es interrogado y recibe una bofetada.
En la Compañía de Jesús, la tercera iglesia, la oración se centra en el paso hasta la casa de Caifás en donde es escupido, recibe injurias y sufre dolores toda la noche.
En este templo llama la atención el altar dedicado al padre Miguel Agustín Pro fusilado por ejercer el sacerdocio durante la Guerra Cristera, el 23 de noviembre de 1927.
Con un retrato al óleo al frente, el adoratorio está compuesto por un retablo de madera y un altar de mármol en color gris.
San Cosme y San Damián, la cuarta casa, recuerda la primera comparecencia de Jesús ante Pilatos, donde es acusado por los judíos que le levantan falsos testimonios. Aquí, la imagen que más conmueve es la del Nazareno encerrado en un cadalso.
En la quinta casa, San Felipe Neri, se acompaña al Señor en su comparecencia ante el rey Herodes, en donde él y sus guardias también lo injurian; en la sexta, San Agustín, se efectúa la segunda comparecencia ante Pilatos y se rememora la coronación de Jesús con espinas y su condena a muerte.
La séptima y última casa no puede ser otra más que la Catedral,  donde se recuerda el paso de la casa de Pilato hasta el monte Calvario llevando la cruz a  cuestas hasta la muerte y su paso al sepulcro, de donde resucita al tercer día.
En la Catedral fueron colocadas pantallas de televisión para que todos los presentes pudieran participar en los actos litúrgicos de la Semana Santa.
La visita a las siete casas fue instituida por San Felipe Neri en Roma y tiene como propósito agradecer a Jesucristo el don de la Eucaristía y del sacerdocio que instituyó aquella noche santa.
Por ello ante frente al lugar donde se reserva al sacramento, se da gracias a Jesús por su sagrada pasión con la que redimió con amor al mundo.
Pues como fue escrito por el evangelista Juan: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna”.


 


Escenifica el lavatorio de pies


Llamado del arzobispo a la fe


Yuri Sosa
En conmemoración al último encuentro de Jesús con su apóstoles antes de su muerte, el arzobispo de Antequera, José Luis Chávez Botello, encabezó la ceremonia religiosa del Jueves Santo, en la que lavó los pies a bebés, niños, adolescentes, adultos y ancianos de ambos sexos, como lo hizo el hijo de Dios con sus discípulos.
Durante la celebración el arzobispo llamó a la población a imitar a Jesús; a los padres de familia los convocó a "ceñirse bien la toalla" en el cuidado de sus hijos, como lo hizo el hijo de María con todos aquellos que lo siguieron y confiaron en él.
Indicó que soltar el manto del egoísmo, la avaricia y el odio fomentará relaciones más sanas basadas en el amor; el sacerdote recordó que Jesús horas antes de ser entregado se igualó a sus apóstoles, se ciñó una toalla y les lavó los pies en símbolo de humildad y amor.
En la misa, a la que cientos de católicos acudieron, Chávez Botello pidió para que los feligreses abran sus corazones al entendimiento del significado de la Semana Santa, y lo que el hijo de Dios mencionó en sus últimos momentos de vida.
En ese sentido, el jerarca invitó a los fieles católicos a vivir el recorrido a los siete templos, el vía crucis y la Procesión del Silencio "con fe y no como turistas que sólo buscan reconocer que templo o estación es la más bonita".

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