Pasar al contenido principal
x

Cosas que no sabías de Rodolfo Morales

Foto(s): Cortesía
Giovanna Martínez

Dentro de los artistas oaxaqueños destaca el pintor Rodolfo Morales, quien murió un 30 de enero de 2001 y quien alcanzó la fama a los 50 años de edad, un poco tarde si se considera la etapa precoz de otros creadores; no obstante, según su sobrino Alberto Morales Sánchez, nunca perdió el piso.


Morales partió de su natal Ocotlán a Ciudad de México en 1948, año en el que ingresó a la escuela de pintura de la Academia San Carlos.


Su obra se dio a conocer en la Galería Casa de las Campanas en Cuernavaca, Morelos, impulsada por la escultora Geles Cabrera.


Rufino Tamayo lo descubrió cuando organizaba pequeñas exposiciones y le recomendó que viajara a París para continuar sus estudios, pero Morales decidió simplemente dedicarse a dar clases en la Escuela Preparatoria Número 5 de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).


Fue durante su estadía en la capital del país, cuando realizó el mural de la estación Bellas Artes del metro. Después regresaría a Oaxaca para no dejarla más.


Morales, Tamayo y Francisco Toledo conformaron el trío de artistas plásticos mexicanos más reconocidos de su época.


Obra inigualable


Los trabajos de Morales son calificados dentro de la escuela del llamado Realismo Mágico, debido a sus temas en que prevalece una intención onírica, por lo que se le conoce como “El pintor de los sueños”, aunque él nunca consideró pertenecer a esa corriente, sino que decía pintar sencillamente sobre su entorno oaxaqueño. 


En sus trazos destacan el sentido infantil y lúdico. Emplea colores vivos, rojos pastosos, rosas, amarillos intensos y una atrevida gama cromática en que plasmaba festividades de pueblos y mercados, mujeres y niños volando, junto con rostros redondos y afables, producto de la observación de los grupos étnicos de la entidad.


También incorpora plazas y quioscos de poblaciones, bajo una mirada infantil única, representativa del arte pictórico mexicano.


Admiraba a la mujer oaxaqueña


José Iturbe refería que “sus cuadros demuestran, de manera casi mágica, la relación alegre que se establece entre autor y obra cuando no existe ningún desquiciamiento, ninguna traba, nada que no sea el enfrentamiento del artista con su mundo fantástico y desbordado de libertad”.


Su sobrino Alberto Morales Sánchez, presidente de la  Fundación Rodolfo Morales A.C., institución dedicada al rescate del Patrimonio Arquitectónico y Cultural de los Valles Centrales de Oaxaca, relata algunas cosas que no sabías del gran pintor oaxaqueño:


Admiraba a la mujer oaxaqueña y soñaba con que alguna vez una gobernaría México.


Era muy hogareño y disfrutaba de la gastronomía oaxaqueña. Sus platillos favoritos eran el chichilo, el mole de conejo y de postre el garbanzo en dulce o arroz con leche.


Su bebida favorita era el mezcal. 


"Trabajo y persistencia"


Su lugar favorito era su estudio, en donde pasaba largas horas, pues a decir de Alberto Morales, el maestro era muy disciplinado a la hora de hacer lo que más le gustaba: pintar.


Su frase favorita era: “el éxito siempre se consigue con trabajo y persistencia”.


Las ganancias de gran parte de su obra pictórica eran destinadas a restaurar inmuebles históricos.


En el año de 1975 compró la casa que se ubica en la avenida Morelos, de Ocotlán, pero la habitó 10 años después, cuando se jubiló.


Herencia cultural


Morales siempre se preocupó por el desarrollo y preservación de la cultura oaxaqueña. Ayudó a la restauración de edificios históricos en su natal Ocotlán y, junto con Tamayo y Toledo, crearon en Oaxaca un centro de arte contemporáneo para fomentar el turismo.


Aunque muchos creen que jamás en vida obtuvo el reconocimiento que merecía, la fama que alcanzó la vinculó siempre a su fundación: casi todas las utilidades de su obra las destinó a preservar la cultura de su estado.


Los colores de este artista nos alegran, son como un espejo de brillo y esperanza.


Además de su obra, Rodolfo Morales realizó una importante labor de rescate, conservación y educación en Oaxaca, por medio de la fundación que lleva su nombre. Por ello, es considerado uno de los grandes pintores mexicanos.


Su muerte


El maestro Rodolfo Morales murió de cáncer de páncreas en un hospital de la ciudad de Oaxaca de Juárez en 2001, pero su obra prevalece tanto como los afectos que sembró a lo largo de su extensa trayectoria, sobre todo en su tierra natal y alrededor del mundo.

Noticias ¡Cerca de ti!

Conoce los servicios publicitarios que impulsarán tu marca a otro nivel.