El 29 de noviembre de 2019 Estela Rojas Peña fue hallada sin vida después de haber sido desaparecida e incomunicada.
Tras poco más de dos años el próximo 4 de agosto dará inicio el juicio contra sus asesinos.
“Lo único que pedimos al Tribunal Superior de Justicia de Oaxaca es que se conduzca con objetividad y permitan que haya justicia para Estela”, señala Elizabeth Rojas Peña, hermana de la víctima quien durante este tiempo no ha descansado en lograr que este crimen no quede impune.
Estela Rojas Peña era contadora. Fue desaparecida el 27 de noviembre de 2019.
Acudió a un restaurante en El Tule para reunirse con Armando Hilario N. y tratar asuntos de trabajo.
Aquella fue la última vez que la vieron con vida.
El 28 de noviembre su familia la reportó como desaparecida.
Un día después, el 29 de noviembre, su camioneta fue hallada y más tarde, a varios kilómetros de ese lugar, el cuerpo sin vida de Estela fue hallado en un terreno baldío.
Estela era una mujer en vulnerabilidad física porque desde los 16 años de edad fue diagnosticada con artritis.
La fragilidad en sus brazos y piernas le impedían moverse con libertad o ser capaz de defenderse.
Sus agresores la asesinaron de manera cruel y con extrema violencia.
Estela nació el 15 de noviembre de 1981 en Huazolotitlán.
Con el esfuerzo de su madre dedicada a la costura y su padre quien tuvo que migrar a trabajar a Estados Unidos, logró cursar la licenciatura en Contaduría en la Universidad Autónoma Benito Juárez de Oaxaca (UABJO).
Al salir se pudo ubicar en distintas empresas y posteriormente decidió abrir su propio despacho de contaduría enfocada a tener el recurso suficiente que le permitiera enfrentar las demandas de su enfermedad y las de su pequeña hija, entonces de nueve años de edad, quien al parecer heredó la enfermedad de su madre.
Miriam del Rayo Alonso, abogada de Elizabeth explicó que existen los elementos suficientes para determinar que Armando Hilario L. G. y su chofer Joel J.V. fueron responsables del asesinato de Estela Rojas Peña.
En total son 29 medios de prueba con los que cuentan para solicitar la máxima pena que son 40 años por el delito de homicidio calificado, toda vez que en dos ocasiones les fue negada la investigación como feminicidio.
Con la audiencia de juicio oral el juez Armando Pacheco González Blanco, determinará la sentencia por el delito que se les imputa.
Según las pruebas, la probabilidad de que ambos salgan es muy baja.
“Tengo confianza en que se resolverá conforme a derecho”, señaló la abogada.
