Julio César y Ángel Emmanuel Venegas Baltazar, de 6 y 9 años de edad, respectivamente, perdieron a su madre hace cuatro años, luego de ser asesinada. Su abuelo, Julio Baltazar, de 62 años de edad, tuvo que volver a trabajar para asumir los gastos de los pequeños, que quedaron en la orfandad.
Con boletas de calificaciones que exhiben sólo calificaciones de 9 y 10 en todas las asignaturas, don Julio pidió al gobernador del estado, Gabino Cué, otorgue becas académicas a los niños, quienes a pesar de vivir sin su mamá y padecer secuelas de la pérdida, son alumnos ejemplares.