Julio César y Ángel Emmanuel Venegas Baltazar, de 6 y 9 años de edad, respectivamente, perdieron a su madre hace cuatro años, luego de ser asesinada. Su abuelo, Julio Baltazar, de 62 años de edad, tuvo que volver a trabajar para asumir los gastos de los pequeños, que quedaron en la orfandad.
Con boletas de calificaciones que exhiben sólo calificaciones de 9 y 10 en todas las asignaturas, don Julio pidió al gobernador del estado, Gabino Cué, otorgue becas académicas a los niños, quienes a pesar de vivir sin su mamá y padecer secuelas de la pérdida, son alumnos ejemplares.
No obstante, con 62 años, la obtención de recursos financieros suficientes para mantener a su esposa, de la misma edad, y sus nietos, es cada vez más difícil. "Yo ya no trabajaba. Pero tras la pérdida de mi hija, Alma Delia, mi esposa y yo tenemos que hacer todo lo posible por sacar a los niños adelante", declara.
Por ello, ante los medios de comunicación solicitó apoyo al gobierno local para los niños, que cursan educación primaria.
El asesinato de Alma Delia Baltazar, sucedió en octubre de 2012, a manos de quien fuera su esposo, Marciano Venegas Robles, quien la atacó a tubazos en la cabeza, en su domicilio ubicado en la Colonia Olímpica, según consta en el expediente 163/2012. Recientemente, Venegas Robles obtuvo una sentencia condenatoria de 30 años de prisión por feminicidio.
30 Años de sentencia obtuvo el esposo y asesino de Alma Delia Baltazar.
Sin recursos
Con dos pequeños a cuestas, los padres de Alma Delia, que tienen 67 años, tienen que buscar formas de subsistir económicamente
