Excelsior
María Chi Quintal y Melissa Tut Collí celebraron su amor y se convirtieron en el primer matrimonio conformado por dos mujeres de la comunidad maya de Halachó, en Yucatán.
Justo en el día de la visibilidad lésbica y como acto de conmemoración, la pareja decidió casarse después de dos años de relación y un mes de planear la fiesta.
Esta decisión fue apresurada en palabras de Melissa ya que apenas recibieron la confirmación de su abogada de que el matrimonio se podía llevar a cabo en todos los municipios de Yucatán no dudaron un segundo en empezar los preparativos.
Ambas vistieron trajes regionales con pequeños detalles coordinados en sus conjuntos y la emoción se dejó ver en sus rostros mientras se dirigían al registro civil a unir sus vidas ante la ley.
“Me siento totalmente o incluso más que emocionada, porque de hecho igual estuvimos nerviosas y ya no buscábamos en que dedo va el anillo y todo eso”, expresó Melissa entre risas.
María también expresó su emoción antes y después de la ceremonia, ya que es algo que esperaban desde hace tiempo. Ella también alentó a otras parejas en su situación a no dejarse intimidar por comentarios negativos y a seguir su corazón.
“A todas las parejas, así como nosotras que deciden tener una relación, no tengan miedo ante la sociedad ni ante la crítica que los demás tiren y que sean felices, así como nosotras vamos a ser felices en estos momentos”, comentó María mientras sostenía la mano de Melissa antes de dirigirse a la entrada del registro civil.
Después de la ceremonia, por fin firmaron y se dieron el sí entre risas, besos y vítores de los testigos y amigos presentes. Cuando salieron mostraron con orgullo el acta que las reconocía como un matrimonio.
Ahora ante la expectativa de un nuevo futuro y muchas posibilidades; solo esperan cumplir un sueño más, el de formar una familia por completo adoptando a un pequeño o pequeña.
“Para nuestro futuro nosotras primero dimos el paso para el matrimonio y ahora queremos que de igual manera nos den una oportunidad de adoptar y es lo que más anhelamos entre las dos, adoptar,” expresó María.
Ambas agradecieron el apoyo incondicional de sus familias y amigos; mientras entre risas y tomadas de la mano se dirigían a celebrar su unión en grande en el municipio aledaño de Maxcanú.