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Mueren de sed en el fraccionamiento Esmeralda

Foto(s): Cortesía
Giovanna Martínez

El agua es vital para la vida cotidiana de las personas; la utilizan para bañarse, regar plantas, lavar ropa, limpiar, lavar trastes, el sanitario, entre otras cosas.


Cuando el agua falta, los habitantes de un sector se ven en la necesidad de cambiar su modo de vida y adaptarse a las carencias del líquido.


Para Ezequiel Martínez, bañarse o descargar el inodoro ya no es una opción; él es habitante del fraccionamiento Esmeralda, condominios asentados en el municipio de San Pablo Etla.


Sus hábitos cambiaron a partir de que empezó a escasear el agua en la zona; todos los días está pendiente del momento en que abren las llaves que surten a las viviendas y con el uso de tambos o botes empieza a recolectar agua.


A pesar de que su vivienda cuenta con una regadera, calentador, lavabo e inodoro, estos no se han usado en un buen tiempo, pues el agua no cuenta con la presión suficiente para tener activos estos artículos de aseo personal.


Todos los días “acarrea” agua desde su tambo ubicado en el primer piso hasta el cuarto de baño -en la planta alta- para satisfacer esa necesidad primordial.


No surten el agua


Personal de la Comisión Estatal del Agua (CEA) se encarga de surtir el líquido a los habitantes del fraccionamiento; en un principio todo funcionaba en orden, pero unos meses atrás el agua no es surtida de manera regular.


Un representante de la Comisión de vecinos -quien prefirió omitir su nombre- asegura que anteriormente el fraccionamiento tenía agua las 24 horas del día y que a partir de dos años empezaron a racionar el agua con horarios.


Lo cual por un tiempo funcionó bien, pero en la actualidad, a pesar de contar con una cisterna para acumular agua y un tanque elevado que lleva a presión el líquido, no se cuenta con el elemento fundamental.


“Contamos con una cisterna para acumular agua, pero ya han pasado varios meses y el personal de CEA no la ha llenado; si se subiera esta agua al tanque elevado habría presión del agua, pero si no se sube al tanque no tiene fuerza y el líquido no llega a la regadera, ni al inodoro”.


Además, los techos de las viviendas no están estructurados para tener un tinaco, debido a que la desarrolladora inmobiliaria GEO los edificó con casetón de poliestireno, lo que hace imposible tener un material pesado en ese lugar.


“Solo algunas casas que hacen ampliación tienen techos firmes para tener tinaco; el 90 por ciento de las viviendas no tienen tinaco para poder usar la regadera y el inodoro adecuadamente”.


Inoperancia del CEA


La molestia de los vecinos se avivó debido al pago de la limpieza de la cisterna, cuando en el recibo del agua dan un porcentaje para mantenimiento.


“La limpieza de la cisterna costó a los vecinos 15 mil pesos, pero la dependencia estatal te cobra el agua y el mantenimiento, y nos preguntamos entonces dónde está el dinero que pagamos, si no invierten en este tipo de cosas”.


Además, durante un tiempo, el comité de vecinos quedó a cargo del suministro de agua; fue entonces que se cercioraron de que el líquido se surtiera eficazmente, “lo que nos lleva a pensar que estas personas no quieren hacer su trabajo correctamente”.


Vehículos abandonados


Otro problema con el que han lidiado los vecinos, es el abandono de vehículos sobre el circuito Ex Hacienda del Rosario; Ursula Montes asegura que estos le han dado un mal aspecto a la calle.


Comenta que se han reportado a personal de vialidad para que los remolquen, pero a pesar de los constantes llamados no han sido escuchados. Los autos tienen placas de otras entidades y temen que estén involucrados en algún delito que llegue a afectar la paz en el fraccionamiento.


Accesos intransitables


Para acceder al Fraccionamiento es necesario llegar al crucero de Viguera y tomar el libramiento Atoyac para enseguida tomar la Avenida Revolución. En el cruce de estas calles, el pavimento luce deteriorado; en el asfalto se han formado hoyos que han sido ocultados con tierra de escombro.


Ezequiel advierte que en épocas de lluvia el tránsito es complicado, incluso ha habido accidentes por la falta de orden vial. “La carretera hace tres años empezó a descomponerse, primero se formó un gran bache enmedio que fue creciendo hasta formar varios a su alrededor y volverse lo que hoy es”.


Debido a la cantidad de automóviles que circulan por la zona, considera que un semáforo podría mermar el caos que se origina debido al mal estado de la vía.


También, sobre el libramiento que conduce a la carretera de San Lorenzo  y a su vez al crucero de Hacienda Blanca, el carril derecho presenta un severo daño a su estructura, ante lo cual, los usuarios de esta vía tienen que tomar el carril contrario.


El camellón luce descuidado, entre maleza y basura. Una parte recientemente fue quemada para evitar el crecimiento de la hierba. El descuido de estas áreas es evidente al pasar por la zona.

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