Oaxaca.- El gobierno de Oaxaca y Walmart cruzaron acusaciones luego de la retención de 69 empleados y clientes en la sucursal de Juchitán de Bodega Aurrerá, suscitado ayer.
Este miércoles, la empresa decidió no abrir la tienda argumentando que no hay garantías de seguridad para operar en esa ciudad.
Horas antes, afirmó que no existe Estado de Derecho en Oaxaca.
"No abriremos Bodega Aurrerá Juchitán hasta que existan condiciones de seguridad para nuestros clientes y asociados. Lamentamos que la falta de seguridad y de aplicación de la ley por parte de la autoridad nos impida continuar dando servicio a nuestros clientes", expresó en un comunicado el director de Comunicación Corporativa de Walmart, Antonio Ocaranza.
Conflicto laboral
En tanto, el secretario de Gobierno, Carlos Santiago Carrasco, acusó a la empresa de tener un conflicto con sus trabajadores que motivó el bloqueo que a su vez derivó en la retención de 69 personas.
"La empresa dice eso (que falta Estado de Derecho) y los trabajadores dicen otra cosa; los trabajadores dicen que hay despidos injustificados. Hacemos un llamado tanto a la empresa como a los trabajadores para que diriman sus controversias ante las instancias correspondientes", dijo.
El funcionario calificó como aventuradas las afirmaciones de Walmart, ya que recordó, tiene varias tiendas abiertas en Oaxaca que operan con normalidad.
“Costumbre” de presión
Sin embargo, reconoció que existe una "costumbre" en la región del Istmo que consiste en dirimir estas diferencias a través del bloqueo.
"Todos los días en Oaxaca hay presiones en ese sentido, en la región del Istmo hay una cultura que nosotros no aprobamos por supuesto de querer presionar a las empresas ante despidos. Nosotros les hemos dicho a los paisanos que recurran a la Junta de Conciliación y Arbitraje para poder estarlo viendo por la vía jurídica, no es el camino la presión, el chantaje, el amague. Pero la empresa también tiene que atender el reclamo de sus trabajadores", expuso el encargado de la política interna de Oaxaca.
Fueron retenidos
Ayer, 69 personas, entre clientes y empleados de la tienda fueron retenidos durante más de tres horas por un grupo de transportistas que presuntamente protestaba por el despido de una empleada de esa empresa.
Por la tarde, un grupo de 20 mototaxistas agremiados a la organización Badubazendu cerró el negocio en apoyo a Dulce María Consuelo Salinas, una mujer que laboraba en esa sucursal, y que, según ellos, fue despedida de manera injustificada, por lo que exigieron su liquidación.
De acuerdo con el reporte de los cuerpos policiacos, estos manifestantes cerraron los accesos a ese supermercado, localizado sobre la carretera federal Transístmica, en protesta por el despido de la mujer.
