Las piedras enrojecen, arden sobre las brasas que fueron encendidas para iniciar el ritual ancestral que desintoxicará el cuerpo y el espíritu; en el suelo hay ramas y hojas de romero, huevos, albahaca, agua de pozo, chocolate, mezcal, miel de avispa y abeja, alcanfor y otros brebajes que preparó el chamán para sanar el alma con las gotas de sudor que fluirán del cuerpo humano en el temazcal.
Después de 30 minutos el interior de la cúpula incrementó su temperatura ambiental a más de 40 grados, pequeñas ventosas de vapor caliente con olores herbarios circulan en todos los rincones del temazcal; esta no es una simple sesión de vapor o un rato en el spa, es el vínculo entre los elementos de la naturaleza y el hombre, su pasado ancestral que sana: medicina tradicional.
El templo de los dioses de la naturaleza
Tallarse un huevo con albahaca es una de las acciones que se realiza en el temazcal. FOTO: Javier Jarquín
El cuerpo llora, el sudor se transforma en lágrimas de felicidad, quien tienen la experiencia saca malestares y también emociones; los minerales de las piedras, los nutrientes de las frutas y la energía terrenal que se concentra en este espacio, nominan al temazcal como un templo de dioses donde los invitados depuran su sistema respiratorio y se bañan con su transpiración.
Joshave Círigo es médico general y desde hace 23 años ha viajado e investigado con los habitantes de la Mixteca y los Valles Centrales de Oaxaca, para nutrir sus conocimientos en la medicina tradicional y mejorar sus habilidades como chamán; en un día puede realizar hasta siete temazcales y ha guiado a cientos de personas durante su trayectoria.
"Cada una de esas piedras, su corazón, su centro, se llena de los nutrientes del maguey, la fruta, la tierra, las plantas y lo demás que colocaron en el horno del palenque; estas piedras producen un calor que calienta los huesos, "de adentro hacia afuera", te hace sudar la enfermedad del cuerpo físico, el energético y el emocional", explica el maestro Joshave sobre las característica de las piedras usadas.
"Los huesos absorben tanto la energía que reactivan los sistemas de defensa del cuerpo, el estrés, el cansancio, enfermedades de orden físico, problemas digestivos, respiratorios, de circulación, insomnio, dolores musculares e incluso los dolores emocionales, como el fallecimiento de una persona.
El verdadero temazcal zapoteca no es para sufrir, es para sacar lo antinatural, todo lo que sobra del cuerpo y recuperarse.
“Volver a nacer”
Joshave Cirigo realiza estas sesiones de sudoración desde hace 23 años. FOTO: Javier Jarquín
Todas estas sensaciones sólo se sienten con el calor que irradian las piedras, pero conlas propiedades curativas que tienen las limpias (el uso de hierbas del romero, la albahaca o el poleo, plantas aromáticas, té de estas hojas), provocan la sensación de "volver a nacer", "como si volvieras al vientre de la madre".
"En eso es único el temazcal zapoteco, realmente los oaxaqueños si pueden presumir que tienen el mejor temazcal entre las culturas, porque no necesitan provocar una sensación de malestar, ni alterar tu sistema de forma agresiva para obtener efectos curativos".
El chamán explica que la religión católica trajo un concepto de sufrimiento para poder trascender y que el temazcal es antecesor a la conquista española, pero estas creencias religiosas permearon en los rituales.
El temazcal zapoteco ayuda dependiendo de lo que la persona necesite"; rituales, de visión, limpia, sesiones de pareja o de grandes grupos, en el templo del calor la sanación se encuentra acompañado, solo y con distintos métodos.
Amor por el calor
El romero es una de las hierbas que utilizan para guiar temazcales de limpieza corporal y energética. FOTO: Javier Jarquín
Margarita Pacheco tiene 51 años y desde el 2012 acude con el doctor Círigo para experimentar el calor y la liberación de los males.
"Me invitaron mi hijo y mi nuera, al principio tuve miedo porque no creí soportar el calor, yo vine por problemas de lumbalgia que tenía, así caliento mis huesitos y desde hace cinco años he mejorado bastante".
Margarita dice que las emociones enganchadas se liberan y se purifica. Ha vivido la experiencia con familia; sostiene que cada temazcal es diferente y depende de cada uno qué quiere sanar.
La experimentada mujer afirmó que no dejará el temazcal pues su salud ha mejorado y el estrés también se disipó.
Recomendaciones para un buen temazcal
Temazcal puede referirse al cuarto donde se realiza la experiencia y a la técnica de aprovechar el calor y vapor de las piedras. FOTO: Javier Jarquín
El Temazcal Ceviarem se encuentra en la carretera 175, en la salida hacia Tuxtepec (Prolongación de Camposanto 119), es uno de los espacios para realizar este ritual tradicional, el cual puede ser riesgoso para las personas si el temazcal no tiene parámetros de seguridad, experiencia en la curación tradicional y noción sobre el calor que puede alcanzar el interior de la cúpula.
"Uno nunca debe entrar a un temazcal que tenga hollín o las paredes chamuscadas, eso significa que utiliza carbono maderas para calentar el interior, así uno se estaría intoxicando con dióxido de carbono"
Joshave mencionó que una recomendación vital es nunca entrar solos al temazcal, es decir, sin un guía.
"Los guías y chamanes son importantes porque tienen la experiencia de cuanto calor puede soportar alguien que inicia en este ritual, una persona sola y que desconoce de la magnitud de la temperatura, podría desmayarse o asfixiarse, igual si se queden dormidos es peligroso, por eso siempre debe estar la supervisión de un guía", destacó.
El sistema de sudoración del cuerpo es la clave en el temazcal zapoteco; adentrarse a un cuarto semioscuro, oler las plantas, bañarse con chocolate, mezcal y agua recién salida de los mantos acuíferos, es una experiencia difícil de transmitir; al ingresar al temazcal, los temores se quedan detrás de la puerta, adentro el calor libera la mente, la cúpula se transforma en un mundo casi en las penumbras, donde el sonido de tambores y caracolas, las rameadas y el calor, despiertan la naturaleza ancestral de los cuerpos humanos: una libertad terrenal y mental.
