Oaxaca.- En la capital oaxaqueña, un grupo de forenses argentinos aplicó pruebas de laboratorio a familias de la entidad que han perdido a un ser querido, con el respaldo de la Fiscalía General del Estado y el Instituto Oaxaqueño de Atención al Migrante.
Don Aurelio Mendoza y su familia, provenientes de Santo Tomás Tamazulápam, Miahuatlán, acepta platicar su testimonio. Su hijo salió de su domicilio hace cuatro años, con rumbo a los Estados Unidos de Norteamérica. Y jamás supieron más de él. Lo buscan, con resignación, ya entre los fallecidos.
“Lastima a cada rato el no saber nada, el no encontrar respuestas, por más que uno busca y busca, ya van cuatro años. Como mi caso son muchos más, no es el único; se requieren muchos apoyos para seguir buscando”, dice el hombre, acompañado de su esposa, Natalia Guerrero.
Armando Mendoza Guerrero salió de su casa el 8 de junio del año 2012. Tenía en ese entonces 35 años de edad; con su esposa ya habían procreado dos hijos.
Fue un 15 de junio de ese mismo año en que supieron por última vez de él; se reportó que había llegado a un condado de Arizona, Texas, pero nada más. De inmediato los padres comenzaron a buscar, sin éxito.
Un año después se enteraron que su hijo estuvo en la cárcel por dos meses, que lo deportaron pero nadie sabe hacia dónde; no hay ninguna huella de él.
Con apoyo de distintas organizaciones, ha buscado afanosamente, sin resultados positivos. El año pasado, la Cruz Roja Internacional brindó a la familia ayuda técnica y psicológica. Hoy aceptan la realidad e incluso esperan una noticia peor. Por eso acudieron a la antigua sede del seminario pontificio, a convocatoria del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF).
“Los forenses vinieron a tomar muestras, como buscamos en muchas partes y no podemos encontrar nada fuera, pues es lo último que hacemos, estamos a lo que venga; no logramos nada en cuatro años, ahora sí que buscamos otro camino, otro modo de encontrarlo”, dice don Aurelio.
Y pide a las autoridades federales y estatales:
“Que no pongan oídos sordos; muchas veces nos encontramos que hay oficinas que como que no les interesa, es lógico, no sienten lo que uno. Les pediría que tomaran en cuenta nuestras peticiones, que se haga la búsqueda, eso es nuestro sentir, que no lo den por terminado, que no cierren el caso. Mientras haya vida hay esperanza”.
Con el apoyo del gobierno estatal, el equipo argentino estuvo en la capital oaxaqueña; en Valles Centrales tienen una lista de 40 desaparecidos. Visitará en las próximas semanas las regiones Mixteca, Costa e Istmo, a fin de ayudar en la localización de personas.
