A cuatro días del trágico accidente con la caída del helicóptero en Jamiltepec, que dejó un saldo de 14 personas muertas y al menos 15 heridas tras el sismo de 7.2 grados con epicentro en Pinotepa; familiares de víctimas en ambos sucesos coinciden en requerir del gobierno un acompañamiento cercano pero útil para solventar la desesperada situación en la que se encuentran los lesionados y sus viviendas.
Miguel Flores Díaz, tío de Abel Flores Velásquez, hospitalizado en Pochutla, se muestra sosegado, pero un tanto cansado y por momentos desesperado por no saber bien a bien lo que ocurre en su pueblo natal después de la tragedia en la que murieron 14 de sus familiares.
“Tengo parientes internados en Acapulco, Oaxaca y otros lugares y no sé cómo se encuentran, no los he visto. Aunque Abel está estable, y ya descartaron fractura en su pierna, hay desesperación y ya queremos que se mejore, queremos irnos a la casa porque allá siguen las vueltas por todos los que fallecieron; no estamos a un cien. Queremos el mayor apoyo que se pueda”, señaló.
Apoyo para vivienda, después del sismo
Juan Carlos Gutiérrez Cajero, padre de Carlos de Jesús, de cinco años de edad, quien el día del sismo sufrió una fractura en la pierna derecha, luego de que le cayera una piedra por un derrumbe, se muestra tranquilo por la presteza en la atención médica de parte de personal del hospital y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena), quien en coordinación con el DIF estatal están al pendiente de la evolución del pequeño.
Aunque su hijo ya se encuentra estable de salud, Juan Carlos ahora se preocupa por los daños en su vivienda, que por el sismo terminó con cuarteaduras en las paredes y daños considerables en el techo, lo que señala, no representa un sitio seguro para los integrantes de su familia.
De acuerdo a versiones, el gobernador Alejandro Murat Hinojosa y su esposa, la presidenta estatal del DIF, Ivette Morán de Murat, realizarían el día de ayer al Hospital General de San Pedro Pochutla para verificar la atención que se brinda a dos personas lesionadas como consecuencia del sismo del pasado 16 de febrero y posterior accidente por el malogrado aterrizaje de un helicóptero del ejército mexicano en Santiago Jamiltepec; fue frustrada por la protesta de trabajadores en el centro hospitalario.
Murat y su esposa no se presentaron al nosocomio y se trasladaron a Bahías de Huatulco, donde visitaron a dos pacientes, hermanas, menores de edad, de nombre Gladys Fabiola y Jaqueline, que son atendidas en la Unidad de Medicina Familiar número 41 del IMSS, por fracturas varias derivadas del movimiento telúrico del pasado viernes.
