Por Raúl Martínez García
Se cerraron las puertas, no hay marcha atrás. Siente la adrenalina que comienza a fluir en su sangre; pero es esa inyección endógena lo que necesita para no derrumbarse ante la sobrecarga emocional y física que le espera; la necesita para estar alerta y aguantar el enfrentamiento cara a cara que tendrá hoy con la muerte, la que una vez más, como a diario, tratará con su curvilínea y filosa arma, para cortar el hilo de algunas vidas.
Alba trae al recuerdo el impacto emocional de la última fatalidad causada por el contubernio de la impasible muerte y el implacable virus, que fue llevarse uno a uno a los miembros de una familia completa, de tal forma que, tristemente al final, cuando cayó el último, ya no quedaba a quien más dar informes.
Adentro, en la zona cero, parece otro mundo, un mundo que sólo estando allí puede entenderse. El aire está enrarecido, las emociones flotan, se pierde un poco el sentido de la orientación y del tiempo. Bajo el “traje espacial”, se pierde la imagen personal, para formar parte de una imagen colectiva, un conglomerado de “astronautas”, donde no se aprecian los rostros ni las expresiones, donde nadie sabe quién es quién, salvo por las voces y las actividades que se les ve realizando, donde debes tener buen oído y hablar a gritos para darte a entender, ya que no se puede “ver” lo que dices.
Y así, Alba comienza su pase de visita por ese pasillo de sufrimiento humano. Lo primero que llama su atención son los aullidos de las alarmas, que, como gritos lastimeros, por inercia le guían a donde tiene que ir primero. Allí, atiende lo que se muestra más urgente, y sigue adelante, ya que la fila de camas luce interminable.
Conforme Alba avanza por el dantesco sendero, observa a muchos aquejados hombres y mujeres postrados en sus camas, algunos aún conscientes, otros ya no, por tener ventilación artificial; sin embargo, todos reciben los cuidados incesantes de los compañeros de enfermería, los cuales, como ángeles blancos tratan de evitar que crucen al último nivel oscuro, poniendo su empeño en mantenerlos en la luz de la vida.
Continuará el próximo miércoles…
