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"Me costó muchas lágrimas": mujer trans decide volver a ser un chico

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Foto(s): Cortesía
Aleyda Ríos

El Heraldo 

Emilio tenía 18 años cuando decidió comenzar su proceso de transición de género, ya que había pasado años tratando de descubrir quién era. En ese entonces se cambió su nombre a Milena, pero conforme fue pasando el tiempo, las cosas comenzaron a cambiar para él.

Fue en este año cuando tuvo que enfrentarse a su propio cuestionamiento y pasó mucho tiempo preguntándose si realmente era lo que quería y finalmente decidió volver a ser un chico. 

Emiliano destaca sobre este proceso, conocido como destransición, tuvo que retirarse las siliconas de su pecho, además de otros procedimientos que se había realizado en su transición a mujer como engrosamiento de labios e incluso un proceso legal para reasignar su género, algo que nuevamente está en proceso de cambio para volver a recibir una "M" de masculino, según detalló a Infobae. 

A sus 25 años, Emiliano explicó que es originario de Mar del Plata, Argentina, donde vivió una infancia jugando a los dos roles que se le suelen asignar a las infancias: muñecas para las niñas, y la pelota para los niños. Por supuesto, conforme fue creciendo descubrió más sobre su sexualidad y aunque primero salió del clóset como una persona bisexal, más tarde lo cambió a gay y así hasta llegar a encontrar a Milena. 

"Un chico de la escuela me contó lo que era ser bisexual así que a los 14 me declaré bisexual ante mi familia. Fue un quilombo, una revolución, yo era la primera persona homosexual en la familia. Después, casi a los 17, directamente dije ‘basta’. Ya está, ya lo intenté, no me gustan las chicas, yo soy gay”, detalló al mismo medio. 

En esos mismos años, con tan sólo 15 años, Emilio comenzó a vestirse de mujer y más tarde inició como drag queen. "Milena empezó siendo un personaje pero enseguida encontré un empoderamiento que no había sentido nunca antes. Me sentía fuerte, poderosa, yo no me quería tanto como varón pero cuando me transformaba en Milena me amaba"; sin embargo, pronto se dio cuenta que no quería dejar de ser una mujer. 

Tanto fue el empoderamiento que Milena le trajo que en 2016 cambió sus pronombres, le dijo a todos que era una chica trans y comenzó con el proceso de transición sin el apoyo familiar. "Fue duro, pero lo hice, lo di todo. Tener tetas, por ejemplo, era lo que siempre había soñado", dijo. Además de esta cirugía, también se rellenó los labios con ácido hialurónico, asimismo presumía extensiones en el cabello y ocultaba sus genitales masculinos con trucadoras apretadas, ya que "creía que tenía que verme sí o sí como una mujer biológica".

Pero luego de cinco años disfrutando su vida como una chica trans, inició con el proceso de destransición por muchas razones que comenzaban a incomodarle, entre las que destacó extrañar "ser un chico. Extraño tirarme de cabeza al mar y que no se me salga una teta para acá, se me salga un huevo para allá, todos los pelos en la cara, ahogada. Ser trans es complicado". Por supuesto, ha sido uno de los momentos más difíciles del que recuerda "me costó muchas lágrimas". 

“Es que Milena era mi proyecto de vida, mi sueño. Yo había alcanzado un nivel muy alto en mi transición, me sentía hermosa, pero esa hermosura tenía un costo. En la feminidad todo duele: la ropa, los tacos. Y yo venía de ser un varón en patas, en cuero y en short de fútbol”, destacó. 

"Lloré mucho porque lo di todo pero no fue suficiente: nunca me dejaban de tratar mal, nunca me dejaban de tratar como varón cuando entraba a un negocio", expresó a Infobae antes de detallar que uno de sus mayores miedos al volver a ser un chico era que lo llamaran "loco" o que lo cuestionaran por ir y venir entre los géneros. A pesar de ello, indicó que "si en un momento me sentí más mujer que varón y decidí hacer la transición está perfecto. En definitiva es mi cuerpo y es mi decisión". 

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