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Sin resaca a la oficina

Foto(s): Cortesía
Agencia Reforma

CIUDAD DE MÉXICO.- Típico: saliste por una chela entre semana y al día siguiente, tan pronto abres los ojos, sabes que estás crudo.


Lo normal es lanzarte por los chilaquiles o la barbacoa pero yo preferí poner a prueba el servicio de Save Me, una app para contactar a enfermeras y médicos que pueden aplicar inyecciones, curar heridas o, en mi caso, realizar un servicio de rehidratación.


Fue así como, con mis compañeros del trabajo, organicé una visita rápida al bar más cercano a la oficina, donde nos aprovisionamos de margaritas, cubas y un poco de clericot. Al día siguiente, con todo y dolor de cabeza,  descargué la aplicación (¡debí hacerlo la noche anterior!), di de alta los datos de una tarjeta de crédito y solicité el servicio de rehidratación básico.


Como si se tratara de un Uber médico, Save Me me mostró el perfil del especialista que acudiría en mi ayuda, incluido su número de cédula profesional, experiencia laboral y formación académica. Definitivamente, si estás por ponerte bajo el cuidado médico de alguien, querrás estar seguro de sus credenciales.


Cincuenta minutos después, la pediatra Berenice Muñoz tocó el timbre de mi casa. Antes de comenzar  el tratamiento, me pidió colocarme en un sillón cómodo y me preguntó si era alérgico a medicamentos o si padecía algún trastorno crónico.


Posteriormente, la doctora comenzó a extraer de su maletín algunas cajas con medicina, guantes y un par de... jeringas. Resulta que el tratamiento de rehidratación se administra vía intravenosa.


Tras combinar la solución que recupera el nivel de electrolitos con un multivitamínico, la doctora introdujo el catéter en mi antebrazo. Y sí, debo decir que hubo un poco más de sangre que la que esperaba.


Durante cerca de 30 minutos me mantuve quieto mientras un litro del líquido, transparente y color amarillo, se introducía en mi cuerpo. Era como estar en el hospital, pero sin haber salido de casa.


Cuando finalmente extrajeron el catéter, el dolor de cabeza se había ido. Ahora sí, ya estaba listo para irme a la oficina.


El servicio básico tiene un costo de 450 pesos, y aunque eso es más caro que una bebida rehidratante, es una buena opción si lo que necesitas es quitarte la cruda para llegar enterito a una junta importante o una fiesta familiar.

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