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Saturación agudiza crisis en hospital de Putla, Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Nadia Altamirano Díaz

En un intento porque atiendan problemas de infraestructura del Hospital Regional de Putla Villa de Guerrero, así como el suministro de medicamentos y la asignación de personal de limpieza, hoy se cumplen 16 días de un paro administrativo en la clínica sin que se suspenda la atención médica a usuarios.


El nosocomio, cuya capacidad real es de 30 camas, opera hasta con 54 camas, por la demanda y la improvisación a lo que se obliga el personal el cual hace uso de pasillos y otras áreas. Las condiciones son tales que no se programa una sola cirugía, sólo se realizan las intervenciones de urgencias.


En la clínica sólo funciona un quirófano, donde por noches se atienden cuatro cesáreas, pero sólo de “urgencia”, ninguna programada. Lo mismo ocurre con el resto de cirugías. La salida del personal es quitarle el dolor al paciente o “enfriarlo” para que pueda egresar y se le programe “hasta que haya espacio disponible”.


Personal insuficiente


“Necesitamos que vengan a ver el techado del hospital, las coladeras que están anegadas, no hay personal de limpieza suficiente, habían 28 personas pero desde hace 20 días sólo hay 16”, relata vía telefónica la delegada de la sección 35 del Sindicato de los Trabajadores de la Secretaría de Salud, Enimia Martínez Marroquín.


El paro, que inició el pasado 18 de julio, se debió a que faltaban medicamentos. A partir de esa fecha han llegado al menos cuatro envíos que, según estimaciones de la vocera sindical, representan apenas el 30 por ciento de los faltantes. “Me imagino que pretenden surtir lo que se solicitó hace dos meses”, analiza.


Para dar una idea que permita dimensionar ese desabasto de fármacos, explica que al inicio del paro administrativo tenían cinco ámpulas de anestésico que debían alcanzar para todo el año, lo que lleva al personal médico a “tomar otras opciones”.


Apenas la semana pasada un ginecólogo que atendía un parto pidió sutura “no había, salió gritando desesperado para que se buscara, se tuvo que tomar otra medida”, relata sin especificar cuál.


Necesitar un medicamento o insumo de curación de emergencia implica viajar de Malpica, donde se encuentra edificado el hospital, al municipio de Putla Villa de Guerrero, distancia que se recorre en 15 minutos si hay transporte, pero el viaje cuesta al menos cien pesos, algo exorbitante si lo que se busca es un ámpula de metamizol, que en la farmacia tiene un costo de 15 pesos.


Además no está completa la planilla de médicos especialistas, faltan técnicos radiológos y laboratoristas. En total son 250 personas que ahí laboran, entre 170 personas de base regularizadas y 80 de confianza.


“Se está sacando el trabaja como se puede, seríamos muy inconscientes al suspender el servicio”, considera Martínez Marroquín. El problema que en ese intento por brindar la atención su disposición puede quedar rebasada por la falta de insumos o infraestructura adecuada.

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