Vecinos de las colonias que se localizan en el perímetro que recorre el río Atoyac denunciaron el desmedido aumento de moscos potenciales transmisores del zika, dengue y chikungunya.
La preocupación de los habitantes de las diferentes colonias como Emiliano Zapata, de la agencia de San Martín Mexicápam, y Vicente Suárez, de la capital, comenzó desde hace poco más de dos semanas, luego que una fumigación a orillas del río ahuyentó a los moscos hacia las viviendas.
Daniel es uno de los colonos de la Emiliano Zapata que es afectado por la invasión de zancudos.
Con preocupación, el habitante de este asentamiento en la capital comentó que esta situación se ha convertido en un problema serio de salud para los vecinos de las riberas del río Atoyac.
Algunas colonias afectadas
*Vicente Suárez
*Unión
*Emiliano Zapata
*San Francisco
*Primavera
Tanto en el día como en las noches, las paredes de las diferentes habitaciones de la casa, pero en especial en los baños, son sitio de reposo para estos insectos que se encuentran a la caza de cualquier persona.
Para tratar de bloquear el ingreso del zancudo a las casas, los colonos toman sus propias precauciones, pues durante el brote de zika hace poco más de un año, varios vecinos fueron infectados.
En su caso, don Daniel indicó que cada semana utiliza hasta por lo menos cinco botes de insecticida para tratar de matar a los moscos que cada día llegan por montones.
“Lo ideal es que se fumigaran también en las colonias de manera inmediata antes que surjan nuevos contagios”, expresó el padre de familia, quien agregó que ahora resulta más inseguro estar en sus casas que fuera de éstas.
Al inicio de la propagación, "creí que únicamente se trataba de mi casa, pero en consulta con el resto de los colonos constató que ya es un problema en la colonia.
“Tan sólo entrar al baño es un ritual, antes de tomarlo se debe fumigar con insecticida, y lo mismo cada noche antes de dormir en cada cuarto”, precisó.
De la misma forma, vecinos de la colonia Vicente Suárez recalcaron esta problemática, de la que ni las autoridades municipales y estatales les dan respuestas claras.
Ana Lara, vecina de este asentamiento, dijo que entre las respuestas que han encontrado de los diferentes funcionarios, es que los propios colonos de la zona de las riberas deben organizarse para sanear el río Atoyac para evitar la propagación del mosco, lo cual pondría en riesgo su salud.
“Es terrible, peligroso, se ve como una capa negra en el techo”, detalló la afectada, quien demandó a la Secretaría de Salud atender la propagación.
