"Mi primer recuerdo es el de mi explotador violándome", fue el desgarrador testimonio que Kate, una sobreviviente a la explotación sexual infantil dio durante una investigación realizada por la organización ECPAT International sobre el turismo sexual.
Sobreviví a la explotación sexual comercial de niños. Lo primero que recuerdo de niña es a mi explotador acosándome sexualmente y violándome. Me explotaron hasta la adolescencia para sacar dinero para que mi explotador pudiera tomar drogas", agregó.
El informe da a conocer que el turismo sexual se ha incrementado en el mundo de la mano del aumento de las actividades de voluntariado y convenciones en lugares remotos. ECPAT International presentó de forma simultánea en Bangkok, Johannesburgo y una sala del Congreso de EEUU el estudio con desgarradores testimonios.
Kate narró que eran camioneros quienes llegaban al garage de su domicilio y pagaban a su explotador por tener sexo con ella para que él pudiera tomar alcohol y drogas y ella era obligada a hacer lo mismo.
El estudio indica que son, en su mayoría, ciudadanos de Estados Unidos y Candá quienes se aprovechan de la vulnerabilidad de los niños de centroamérica y latinoamérica a quienes ofrecen bienes materiales o dinero a cambio de sexo.
A Tailandia, Filipinas y Taiwán, destinos prototípicos de turismo sexual infantil, se han sumado países cercanos como Camboya, Indonesia y Vietnam, así como Laos, Myanmar y Timor Oriental, que se han vuelto cada vez más populares, resalta la investigación.