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Daniel y Perla fueron asfixiados y después tirados en carretera: FGEO

panteon
Foto(s): Cortesía
Gerardo Valdivieso Parada

Los dos niños hallados sin vida a la orilla de la carretera de Espinal a Juchitán de Zaragoza fueron asfixiados en otro lugar y ya muertos fueron llevados al lugar donde fueron localizados precisó la Fiscalía General del Estado y precisó que hay una persona detenida.
 

Mientras tanto, en el panteón municipal de Juchitán de Zaragoza, el grito de justicia se escuchó por parte de niños, familiares y vecinos que los despidieron acompañados de un mariachi y una banda de música.

 

LOS LLEVARON MUERTOS


La dependencia encargada de impartir justicia, a través de un comunicado, precisó que luego del suceso, al lugar se trasladaron personal del área de Alto Impacto y de Género de la Vicefiscalía Regional del Istmo, realizando diversos actos de investigación, como entrevistas con familiares y personas que son parte del entorno social de las víctimas, de lo que se desprende que la niña Perla A.A.M y el niño Wilbert D.A.M., se dedicaban a la venta de productos en la vía pública.

De las indagatorias establecieron que no hay reporte de desapariciones y perito del Instituto de Servicios Periciales realizó estudios científicos que permiten establecer que la causa de la muerte, en ambos casos, fue por asfixia y las víctimas tenían entre dos y cuatro horas de haber fallecido, a partir de la hora del hallazgo de los cuerpos realizado el pasado sábado alrededor de las 7:05 horas.

También se determinó que el doble homicidio fue cometido en otro lugar y sus cuerpos llevados a ese lugar ya sin signos vitales, por lo cual analizan la trayectoria que tomaron para llevar los cuerpos.

La FGEO sigue investigado el entorno inmediato de las víctimas que son determinantes para establecer la identidad del o los responsables.

También se ha brindado apoyo integral y multidisciplinario a un grupo de cinco niños que habitan la misma casa de las víctimas, dándole la intervención correspondiente al DIF municipal de Juchitán de Zaragoza, para determinar de manera inmediata las medidas para garantizar el interés superior de los niños, niñas y adolescentes.

SEPELIO


Con flores blancas y vestimenta del mismo color, los alumnos de la escuela primaria Saúl Martínez se unieron ayer al cortejo fúnebre para despedir a Daniel y Perla a su última morada en el panteón municipal Domingo de Ramos ubicado en la ciudad istmeña de Juchitán de Zaragoza.

Familiares, amigos, vecinos y compañeros de la escuela se reunieron en el humilde domicilio ubicado en la calle Demetrio López de la colonia Fidel Peña en Juchitán y acompañaron el cortejo que partió al panteón municipal.

Mototaxistas se unieron también para acompañar en el sepelio de los hijos de su compañero de trabajo, Wilbert A.C., de 35 años de edad, y quien ha sido mencionado como el principal sospechoso del doble homicidio de los menores de edad.

En los rostros reflejaba la tristeza y el coraje, que en nada cambió al escuchar las notas alegres que tocaron durante el sepelio.

 

En los ataúdes blancos iban los restos de los dos niños que soñaban tener un futuro mejor, que a pesar de la explotación en la cual vivían, se sentían felices en su hogar y en la escuela.

“Viva Daniel, ¡viva Perla!, ¡viva Daniel!, ¡viva Perla!”, se escuchó mientras los cuerpos yacían en su última morada.
Y las exclamaciones siguieron “¡Te queremos Perla, te queremos!, ¡te queremos Dany, te queremos!”, mientras los cuerpos eran cubiertos con tierra y en el aire surcaban los cohetes para después explotar.

Y la exigencia de justicia no se hizo esperar. Los gritos de los presentes se escuchó al pedir justicia para los pequeños. Pero, ¿quién será el asesino?, fue la pregunta.

Exigen justicia para Daniel y Perla

Familiares de Perla y Daniel, los dos menores de edad que el pasado sábado fueron encontrados muertos a un costado de la carretera estatal Juchitán – Ixtaltepec, en inmediaciones del municipio de El Espinal, piden justicia y castigo para los responsables de este crimen que conmocionó a la comunidad istmeña.

Embargada por la tragedia, Alma Ceyra Cabrera Castellanos, pidió a las autoridades poner en libertad a su hijo, Wilbert Antonio, el padre de los menores, detenido y puesto a disposición del Ministerio Público como presunto responsable de estos hechos.

Piden liberar al padre

“La mamá los abandonó y se los dejó a él (Wilbert) desde pequeños; pues yo ya me hice cargo de ellos, pues no los podía yo dejar a la deriva, así solos. Los niños me querían mucho, porque yo he sido, después de abuela, una madre para ellos”.

En medio del llanto añadió: “Mis niños eran buenos, nosotros somos familia humilde no nos metemos con nadie; todos mis vecinos me quieren, nos quieren […] el papá es mototaxista pero no se mete con nadie”.

Sobre los hechos de ese día, dijo que Perla y Daniel habían salido desde el viernes a vender chicharrones, pero por la tarde, al ver que no regresaban se preocuparon y salieron a buscarlos durante toda la noche y fue al día siguiente cuando les avisaron del hallazgo de los menores.

"No se vale"

Por su parte, Paola Antonio Cabrera, tía de los menores, también pidió la libertad de su hermano Wilbert y que no se hagan señalamientos en contra de su familia.

Señaló que las personas que realmente los conocen saben que son una familia humilde y trabajadora, originaria de Santo Domingo Ingenio.

“Yo pido justicia. Quiero limpiar nuestros nombres, sobre todo el de mi hermano que a él le están echando la culpa de esto. No se vale”.

El Grupo de Mujeres 8 de Marzo condenó el asesinato de la niña y el niño hallados a un costado de la Carretera Juchitán – Asunción Ixtaltepec, por la vía del Canal 33, a unos metros del entronque en el puente de El Espinal.

“La Ley General de los Niños, Niñas y Adolescentes expresa el derecho a la vida, a la paz, a la supervivencia y al desarrollo; tienen derecho a que se les preserve la vida, a la supervivencia y al desarrollo; deberán disfrutar de una vida plena en condiciones acordes a su dignidad y en condiciones que garanticen su desarrollo integral; y tienen derecho a la paz, a no ser privados de la vida en ninguna circunstancia, ni ser utilizados en conflictos armados o violentos”, citó la organización.

La agrupación de mujeres exhortó a las autoridades competentes a investigar y castigar con todo el peso de la ley, a los autores materiales e intelectuales “de estos crueles y cobardes decesos cometidos contra menores de edad en la población vecina de El Espinal”.

"Menos burocracias"

La activista zapoteca y madre de familia, Karina Regalado, opinó respecto a que a ambos menores se les obligaba por parte de su padre y abuela a vender fritangas en restaurantes, bares y cantinas de la zona del Canal 33 a veces ya noche.

“Yo fui una niña que vendía lo que mi mamá hacía, nunca me pasó nada, entre los locatarios del mercado y tiendas me cuidaban, ya no son esos tiempos, la niñez de Juchitán y migrante ya no pueda estar así de expuesta”, dijo.

“Ojalá que este hecho no quede impune, y sirva a esta primavera oaxaqueña en conducir hacia políticas sociales de acciones contundentes en beneficio de la niñez. Menos burocracias y fotos en el palacio y más activismo institucional en territorio”, demandó la abogada indígena.

De la explotación

Algunos padres de migrantes ya radicados en la ciudad obligan a sus hijos menores a pedir limosna o a vender chicles o globos en bares y cantinas o a limpiar parabrisas en el crucero. 

Desde hace más de dos décadas, niños indígenas provenientes de Chiapas identificados por vender en cajas de madera cigarros, fritangas, dulces y juguetes, trabajan vendiendo en fiestas, ferias, bares y cantinas; que son controlados por jóvenes de sus mismas comunidades y que también eran explotados por sus mayores.

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