REYES, ETLA,OAXACA.-"La Iglesia Católica está en crisis", reconoció sin tapujos el obispo emérito de Tehuantepec, Arturo Lona Reyes, al dibujar la realidad que encara la institución. "La casa está sucia y corresponde limpiarla a todos los que la integramos", insiste tras la homilía al Señor de las Peñas.
Originario de Aguascalientes, Lona reconoció que la Iglesia Católica en Oaxaca, ha caído en el escándalo público por presuntos problemas de pederastia clerical.
Me indigna ese tema y lo que puedo decir, es que si esos delitos perpetrados por curitas, están debidamente comprobados, que se castigue a los culpables con todo el peso de la ley", sostuvo minutos antes de presidir el acto litúrgico en Las Peñitas.
Lúcido en todo momento, sin perder su buen humor, y mientras los feligreses a su paso le expresaban su cariño y respeto, el jerarca reconoció que varios sacerdotes y obispos viven como virreyes. “No me obligues a decir quienes son, por favor, pero esa es una realidad”, dijo.
No se equivocó el papa Francisco, al cuestionar esa realidad, y es ofensivo para los pobres, que muchos de esos jerarcas se sigan subiendo a los carros de los faraones, señaló, luego de inclinarse ante la imagen del Cristo caído y con la cruz sostenida en hombros, "y al que tenía mucho deseo de conocer y que me diera su bendición".
Para Lona Reyes, los mensajes del Papa Francisco no deben caer en tierra infértil. Llamó a los sacerdotes y obispos a salir de sus mansiones, y caminar por la montaña, en los caminos pedregosos, como Jesús lo hiciera en su momento en su compromiso con la verdad y la justicia.
Arturo Lona Reyes nació en Aguascalientes el primero de noviembre de 1931, pero a sus 85 años, es un hombre lucido, fuerte, atento y carismático.
Agregó: Me indigna que en la Iglesia existan curas pederastas. Me da coraje y jamás defendería un acto de esa naturaleza.
Arropado por cientos de fieles que al tiempo de saludarle con respeto y cariño, le obsequiaron productos típicos de la región, Arturo Lona Reyes, reconoció que en once ocasiones ha sufrido atentados de muerte.
Muchos me preguntan con frecuencia que cómo le hago para estar vivo, y qué armas uso para defenderme. Se van de espalda cuando les contesto que no tengo más armas que este, mi crucifijo de madera.
Lona muestra a NOTICIAS, su "arma". Un diminuto crucifijo de madera, hecho y obsequiado por indígenas de la región Chimalapa, Con sonrisa de niño, el Obispo Emérito de Tehuantepec, muestra el crucifijo, que de un lado exhibe el Cristo de San Benito y del lado opuesto, la Cruz de San Benito.
Arturo Lona Reyes, es obispo de la Diócesis de Tehuantepec, desde hace 44 años.
Reprueba con insistencia a los obispos que viven en mansiones y se han olvidado de los pobres. Agrega: la Iglesia de Cristo, es una iglesia de pobres para los pobres.
En sus reflexiones, el Obispo Emérito de Tehuantepec, añade: Nada ni nadie me hará cambiar, Siempre he sido y lo seguiré siendo un hombre crítico desde cualquier terreno.
En confianza con NOTICIAS recordó la reciente visita del Papa Francisco, y agregó que a sus 85 años de edad tuvo el deseo de acudir a alguno de los lugares que el Santo Padre visitó en el país, pero no me dieron boleto para estar en alguno de sus actos masivos.
Quiero pensar que no me incluyeron por un problema de desorganización. Me resisto a acrecer que me excluyeron dolosamente porque me tienen "fichado" por crítico, agregó el Obispo emérito de Tehuantepec.
Lona Reyes arribó puntual al recinto en honor al Señor de las Peñas. Miles hicieron fila frente al templo, para pasar y postrarse por segundo ante la imagen milagros de Jesús. Estar en este lugar, incluye la visita obligada al sitio donde Jesüs dejara parte de sus huellas.
LA HUELLA SAGRADA
Cuenta la leyenda que una peste muy rara azotaba a los pobladores de la Villa de Etla, y el sacerdote Santa Cruz, responsable del templo en aquel tiempo, pidió permiso a los pobladores de San Juan de Dios, para extraer de su templo al Señor de las Peñas y realizar una procesión en las calles de la Villa de Etla.
"Pasaron los días y aquel sacerdote no regresó la escultura del Señor de las Peñas, y para sorpresa de los nativos de esta agencia municipal de Reyes, Etla, la escultura religiosa retornó sola y antes de llegar a su templo, descansó en las rocas que hoy forman parte de su capilla.
En el lugar, el Señor de las Peñas dejó la marca de su pie derecho y su rodilla cuando se supone, hizo un alto en el camino. Los católicos, suelen colocar sus pies en esa huella y con racimos de pirul, golpean ligeramente sus cuerpos para despojarse de sus males. Luego, encienden veladoras, las colocan en el altar y elevan sus oraciones. Las rocas caprichosas exhiben orificios diversos y los feligreses buscan ver al fondo la imagen luminosa. Solamente las personas con mucha fe, logran esa virtud.
