Aunque no es necesario un espacio físcio dice la mitra, el retraso en la reconstrucción de los templos dañados por los sismos molesta a feligreses
Con un mínimo avance en la reconstrucción de las templos que se dañaron durante los sismos del 2017 y 2018 se recibirá la Cuaresma en Oaxaca.
Sacerdotes trabajan con sus comunidades para allegarse de recursos e ir resolviendo lo que el estado aún no puede.
Aunque hasta septiembre de 2019, el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) en Oaxaca presumía de un adelanto del 30% en la rehabilitación de las iglesias afectadas, fuentes extraoficiales informaron a este medio que en realidad es mínimo el trabajo que se ha efectuado debido a que la administración anterior dilató la aplicación de recursos y, en la actual hubo un recorte presupuestal que afectará el proceso.
Sumado a ello, la opacidad con la que se han adjudicado las obras y de las cuales se ha dado cuenta en este mismo medio, afectan el proceso de reconstrucción.
De acuerdo a información ofrecida por el propio INAH en 2018, la recuperación del patrimonio histórico - específicamente las iglesias- en el país costaría no menos de 10 mil 500 millones de pesos.
La iglesia solicitó a esa dependencia, los recursos necesarios para la atención y rehabilitación de poco más de mil 600 templos que se encuentran dentro del catálogo de inmuebles históricos, de los mil 800 dañados durante los sismos en varios estados, entre ellos de forma importante en Oaxaca
En Oaxaca, el censo realizado después de los sismos del 2017 y 2018, según la página oficial fue de 85 templos considerados inmuebles con valor histórico y seis apreciados como monumentos.
"Aún no fluye el recurso"
Según el vocero de la Arquidiócesis de Oaxaca, son los párrocos quienes trabajan junto con las comunidades para recaudar fondos y recuperar sus templos, ello debido a que aunque existe la voluntad y disposición del INAH, la aplicación de recursos es lenta.
“No sé si se los van a reponer después pero mientras los padres y sus feligreses trabajan para tener dinero y con la supervisión del INAH rehabilitar los templos dañados”, dijo.
De su lado, fundaciones como la Alfredo Harp Helú, ha tomado en sus manos la recuperación de algunos de los monumentos religiosos.
Poca o casi nada de información otorga el INAH acerca de la labor que le compete en el tema, incluso en su portal oficial, los datos son escasos y los tres a cinco años que se calculaban para la recuperación de las iglesias se prolongan diariamente.
