El arzobispo de Antequera-Oaxaca, José Luis Chávez Botello encomendó a la Virgen de la Soledad terminar con la falta de justicia, la corrupción, la marginación y la miseria del pueblo de Oaxaca.
“La Virgen de la Soledad concentra ese grande amor de Dios por nosotros, no importa la situación en que nos encontremos”, asentó.
En la homilía de la solemne misa concelebrada en la Basílica Menor, el pastor de la Iglesia Católica oaxaqueña sostuvo que muchos oaxaqueños se acercan en estos días, meses y año a la Virgen de la Soledad, para encontrar consuelo y respuestas.
Pues --asentó--, existe preocupación por la injusticia, la corrupción, la violencia, la marginación y la miseria.
Ante cientos de feligreses, expuso que la sociedad sufre cuando se acrecienta la marginación, porque en cualquier lugar se encuentran y conocen los rostros de quienes sufren.
“La marginación es un fruto palpable”, señaló.
Incluso, subrayó que la situación indigna al encontrar a tanto marginado por la pobreza, porque han carecido de cualquier oportunidad de superación
Pero, destacó que también hay quienes están marginados de amor, felicidad aprecio, pues no están conformes ni se sienten realizados en la vida.
“La realización va junto con la alegría y con la satisfacción de qué hacemos y cómo vivimos”, insistió.
A causa de esto, destacó que muchas familias se encuentran divididas, sin alguna relación, esposos conviviendo en un mismo techo, pero separados del uno del otro o padres abandonados por sus hijos.
Ante esto, Chávez Botello pidió la ayuda de la Virgen de la Soledad, pero también demandó al pueblo católico reavivar la esperanza y dejarse encontrar con María “y no tener miedo a las dificultades, al sacrificio y a las calumnias”.
“Si lo hacemos con fidelidad, paciencia, constancia y amor, habrá una respuesta para que haya menos marginados en la sociedad”, apuntó.
Vivas a la Patrona de Oaxaca
La solemne misa concelebrada, terminó con ensordecedores aplausos y vivas a la madre, reina y patrona de Oaxaca, que lanzaron el arzobispo de Antequera-Oaxaca, sacerdotes y fieles.
"¡Viva la Virgen de la Soledad", fue el grito.
