VILLA DE ETLA, OAXACA.- "Resucitó, resucitó, resucitó, aleluya"; "Aleluya, aleluya, aleluya, resucitó"...
Con estos conocidos cánticos y otras expresiones religiosas solemnes, pero también de júbilo desbordante, católicos de 22 comunidades etecas vivieron, vibraron y celebraron en multitudinario acto litúrgico la Resurrección de Jesús.
Ni la temperatura quemante, ni las distancias minaron a los miles de feligreses que desde sus comunidades de origen, a pie y llevando en hombros a sus Santos Patronos, se congregaron aquí, en la cabecera parroquial de San Pedro y San Pablo, para celebrar la Pascua.
"Cristiano que no cambia, no sirve"
Bajo una gran lona color verde que resultó insuficiente para dar sombra a más de cuatro mil feligreses, el sacerdote Raymundo Hernández Gálvez, luego de declararse asombrado, porque en veinte años de su sacerdocio no había presenciado un acto multitudinario tan numeroso en ocasión tan especial, dejó en claro que "un cristiano sin esperanzas y sin fe, es un cristiano que no sirve".
No tiene caso reconocer la Resurrección de Jesús, si no la aprovechamos para cambiar.
"Abrir nuestros corazones a Cristo para que los limpie", destacó ante los miles de católicos que de pie celebraron la Resurrección de Jesús, un acto litúrgico que se prolongó dos horas y media.
Jesús encontraría cerrados nuestros corazones si no somos capaces de conducirnos en armonía y respeto con nuestros compañeros de trabajo, si continuamos altaneros con nuestros semejantes o vecinos, es decir, sin las condiciones elementales para vivir una sociedad en paz, resaltó en coincidencia con su similar, el sacerdote Felipe Hernández Ruiz, titular de la cabecera parroquial.
La Virgen de la Asunción y el Señor de la Ascensión
En atuendo azul y blanco y cubierta de arreglos de "flor de mayo", la Virgen de la Asunción fue la primera en arribar a la cabecera parroquial. Es la patrona de los habitantes de La Asunción, agencia municipal de San Juan Guelache.
La música de banda de viento y el estallido de cohetones, confirmaban su presencia en el parque de esta comunidad, donde los feligreses que la trasladaron en hombros, aguardaron la llegada del Señor de la Ascensión, patrono de Santo Domingo Barrio Bajo, agencia municipal de este municipio.
Mujeres, hombres y niños lucían collares de "flor de mayo". Unían una y otra vez sus voces. "¿Quién resucitó, hermano?" se preguntaban en coro y con toda energía. Al unísono se respondían: "¡Jesucristo!"
"¡No se oye!", exclamaba una joven, y los católicos reiteraban al instante: "¡Jesucristo!"
Los puntuales grupos de las dos comunidades formaron un sólo contingente y al ingresar al atrio del templo de San Pedro y San Pablo, fueron recibidos por el sacerdote Felipe Hernández Ruiz. El sacerdote roció agua bendita sobre los sudorosos, pero alegres feligreses.
Música, cantos, colorido, devoción y hermandad, en un día especial bajo el azul intenso del cielo y un calor generoso.
En solemne acto litúrgico y ante los Santos patronos de 22 pueblos católicos, la voz del sacerdote emergió: En medio de tantas noticias que nos proporciona la televisión comercial, la prensa escrita y la radio, noticias que desilusionan y atormentan por violentas, hoy tenemos el privilegio de festejar una gran noticia: "¡Cristo ha resucitado"! Al instante, los miles de feligreses celebraron el hecho con aplausos y luego agitando las manos en alto.
El acto litúrgico transcurrió con doce jóvenes representando a los doce apóstoles. Sobre sus túnicas los nombres de cada uno: Mateo, Juan, Simón, Judas, Pedro, Bartolomé, Felipe, Andrés, Tomás y Santiago, por citar algunos.
Significado del cirio pascual
Un gran cirio pascual permaneció encendido durante el prolongado acto litúrgico. Se llama Cirio Pascual a la gran vela que se consagra y enciende en la Vigilia Pascual en la liturgia católica de la Noche del Sábado Santo y es signo de Cristo resucitado, y su luz.
El acontecimiento de la Resurrección de Jesús, transcurrió con momentos de solemnidad, pero también de júbilo desbordante.
Y ahí estaba presente San Lázaro, entre los santos patronos más voluminosos por el tamaño de su escultura. Muy cerca, las diminutas, pero igualmente veneradas esculturas de San Isidro Labrador y San Miguel Arcángel.
Curtido por la tierra, San Isidro siempre llega luciendo botas, sombrero nuevo y guiando su yunta, su aliada en el campo. Por ello, es protector y guía de los campesinos.
Presente igualmente la pequeña escultura de San Miguel Arcángel. Con una cruz en su mano derecha, un penacho de plumas tricolores y sus alas doradas, y en medio de perfumados arreglos florales. Esta vez sin su espada el Patrono de San Miguel, agencia municipal de San Juan Guelache.
Es importante consignar que San Miguel Arcángel, es para la Iglesia Católica, el protector de las almas. Para la tradición cristiana, de los siete arcángeles, San Miguel, está entre los tres que aparecen en la Biblia.
Los otros son Gabriel y Rafael. La Iglesia da a San Miguel el más alto nivel entre los arcángeles y le llama: "Príncipe de los Espíritus Celestiales, Jefe o cabeza de la milicia celestial". Ya desde el Antiguo Testamento aparece como el gran defensor del Pueblo de Dios contra el demonio y su poderosa defensa continúa en el Nuevo Testamento. Para la Iglesia Católica, San Miguel es clamor de entusiasmo y felicidad y significa: "Quién como Dios".
La vieja fiesta de los santos
Resurrección de Jesús, solemne y alegre acontecimiento que congregó en esta cabecera parroquial a San Pedro y San Pablo, San Juan de Dios, San Isidro Catano, San Lázaro, Santo Domingo, San Gabriel, Santos Degollado, Nuestra Señora de la Natividad, La Virgen de la Asunción, Guadalupe, San Juan Bautista (Guelache), y Reyes. Es la única de las parroquias del estado que cada año celebra la Fiesta de los Santos, explica Arturo Cuevas Cabrera. Como una iniciativa del desaparecido sacerdote Santa Cruz, originalmente la Resurrección de Jesús, se realizaba a nivel de la comunidad de San Pedro y San Pablo. Posteriormente, el sacerdote Aristeo de la Vega y Cacho, también ya desaparecido, motivó a la feligresía de todas las comunidades pertenecientes a la parroquia, para convertirla en un acontecimiento multitudinario y así se mantiene hasta el momento, explicó.
UBICACIÓN
La Villa de Etla se ubica en la región de los Valles Centrales, a 16 kilómetros al poniente de la capital oaxaqueña.
