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Caminar con indígenas, ofrece nuevo Arzobispo de Oaxaca

Foto(s): Cortesía
Octavio Vélez Ascencio

El arzobispo electo de Antequera-Oaxaca, Pedro Vázquez Villalobos ofreció que los pueblos indígenas y los pobres tendrán especial lugar en su labor pastoral, para ayudar a terminar con su dolor, su abandono y su sufrimiento de años.


“A mi no me cuesta ningún trabajo desgastarme por los pobres, vivir con los pobres, vibrar con los pobres, no me cuesta estar con ellos, no me cuesta vivir con ellos”, asentó.


En entrevista, el nuevo pastor de la Iglesia Católica habla de su nombramiento por el Papa Francisco, de la esperanza que ha causado en los fieles su llegada, de su compromiso con los pueblos indígenas, de su trabajo en la arquidiócesis, de su decisión de unir al presbiterio y de no permitir ningún acto de pederastia más.


–Supongo que la designación fue una sorpresa para usted, ¿no?


–Sí, sin duda, me sorprendió que un día me llamaran a la Conferencia del Episcopado Mexicano, como cuando mi obispo me pidió que me hiciera cargo de una parroquia. Aunque ahora me sorprendió con más razón que me digan "vas a la arquidiócesis de Antequera", porque me veo, me reviso, me conozco y sé quien soy, pero a la vez digo si el Papa Francisco me está pidiendo esto, esto viene de Dios y Dios me está diciendo a donde ir y ejercer mi ministerio episcopal. Voy con gusto.


–Dice usted que se conoce bien, ¿por qué?


–Es que veo mis limitaciones, mis debilidades, mis carencias. Aprendí  a ser obispo, pues ahora voy a aprender a ser arzobispo.


–Su designación ha causado mucha alegría en los fieles de la arquidiócesis, ¿qué les dice?


–Les diría que le den gracias a Dios, por la alegría que les está concediendo en este momento, por la esperanza que ellos tienen ante mi llegada. Pero, eso los compromete a sostenerme como hombre de Dios, como su arzobispo, como su pastor, como su hermano, como su amigo con su oración, con su comprensión, con su perdón, con su misericordia, con su bondad, con su cercanía, con su amor. Me llena de mucha alegría y mucho gozo, pero también me cuestiona o me motiva para dar lo mejor de mi ministerio. Eso, hace que me pregunte de ¿dónde nace tanta alegría de la arquidiócesis de Oaxaca?, solo Dios es el que alegra el corazón y se vale de mi persona, para alegrar el corazón de los fieles.


–A usted lo ven como un signo de esperanza, como un verdadero pastor, sobre todo, por su acompañamiento pastoral a las comunidades indígenas y negras de la Costa, opuestas a la presa Paso de la Reina.


–Me he unido a la voz de nuestro pueblo que sufre, porque tiene esa gran preocupación de que si se construye la presa Paso de la Reina tendrá que salir y dejar las tierras donde nació y creció. Ese es su mundo y no quiere ir a otra parte, porque ese mundo es desconocido. Me he unido a ese sufrimiento; simplemente he sido una voz más del pueblo, que dice no queremos esto, porque va acabar nuestra historia de vida.


La agenda del arzobispo

Sorprendido con el nombramiento de arzobispo de Antequera

Aprendí  a ser obispo, pues ahora voy a aprender a ser arzobispo

Designación del papa “ me motiva para dar lo mejor de mi ministerio

(Sobre Paso de la Reina) simplemente he sido una voz más del pueblo, que dice no queremos esto, porque va acabar nuestra historia de vida

El pueblo no nos piden mucho, solamente nos piden que pasemos un ratito con ellos

(En Oaxaca hay) mucha pobreza, muchas carencias, muchas necesidades, pero también profunda fe y religiosidad

Nuestro presbiterio tiene que estar unido, si no está unido, nos vamos a unir para trabajar

(Sobre la pederastia) el Papa Francisco nos pide que estas cosas ya no se den y que estemos al pendiente


 


Sentarnos a la mesa con el pueblo


–Pocos obispos habrían hecho algo así, ¿por qué usted si?


–He podido convivir con el pueblo; no nos piden mucho, solamente nos piden que pasemos un ratito con ellos, que estemos con ellos, que los saludemos, que les demos una palabra, que les permitamos estar cercanos a nosotros, darnos un abrazo, tomarnos una foto, sentarnos a la mesa con ellos, comer lo que han preparado y comerlo con gusto. Y claro, celebrar la eucaristía en sus pueblos, Si estos detalles han dejado una enseñanza de amor, realmente amo a mi gente, a mis pobres, a mis indígenas; me duele su sufrimiento, me duele su abandono, me duelen tantas cosas.


–Entonces, ¿es usted cercano a la Opción Preferencial por los Pobres?


–Pues así como lo entienden algunos, unos lo entienden de otra forma, cada quien lo entiende como quiere. A mí no me cuesta ningún trabajo desgastarme por los pobres, vivir con los pobres, vibrar con los pobres, no me cuesta estar con ellos. Ahí viviré y con ellos, trabajaré en el campo de la evangelización, ya otros harán promoverán otras cosas en su favor. Yo siempre seré una voz de la realidad de nuestro pueblo, que sea una voz escuchada o no, no depende de mí, pero trataré de estar siempre  y que esa esperanza siempre se conserve y juntos vivamos con fe, comprometidos en el amor a Dios y en el amor a nuestros semejantes.


–Una evangelización integral para la liberación y el desarrollo humano, ¿no?


–Sí, como se supone se está realizando hasta este momento con el plan diocesano de pastoral; continuaremos con esas estructuras cimentadas, junto con sacerdotes, religiosas, religiosas y laicos. Aunque necesito estar ahí, conocer el plan y trabajar con ellos. El tiempo y el mismo Dios, nos dirán si hay necesidad de hacer uno nuevo o continuar con esta aspiración para seguir adelante, a partir de las realidades de Oaxaca, de mucha pobreza, de muchas carencias, de muchas necesidades, pero también de profunda fe y religiosidad.


–Por la opciones pastorales de unos y otros, se ha dividido el presbiterio, ¿cómo afrontará esta situación?


–Eso se dice, que el presbiterio está fracturado, pero no puedo afirmar nada, porque no estoy con ellos, además no sé quién diga eso. Voy a encontrarme con ellos y a vivir la fraternidad sacerdotal; para mi no son grupos, son ministros de Dios, mis colaboradores cercanos, a los que yo tengo que amar, respetar y valorar, así los voy a hacer. No los voy a ver como sacerdotes de este grupo o de este grupo; voy a cultivar en ellos y en mi, la fraternidad, porque eso es lo que quiere nuestro señor. Nuestro presbiterio, tiene que estar unido, si no está unido, nos vamos a unir para trabajar.


–El fantasma de la pederastia ha rondado a la arquidiócesis por las denuncias en contra de dos sacerdotes, ¿qué decisión asumirá para evitar más casos?


–Estaré con ellos, los ayudaré a ser mejores, viviré con ellos, eso es lo que tenemos que hacer. Nuestro señor en el Evangelio, nos dice ‘sean perfectos, como su padre celestial es perfecto’, tenemos que ir en busca de la perfección. Por eso, tenemos que estar al pendiente de todo, creo que si estamos en una buena relación con los presbíteros y ponemos todo ese espíritu para hacer lo mejor en la vida, estas cosas ya no se deben de dar. El Papa Francisco nos pide que estas cosas ya no se den y que estemos al pendiente.

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