Cientos de mujeres, hombres y niños, se postraron ayer ante la Virgen de la Soledad para agradecer su protección y solicitar un milagro.
Con flores, veladoras e imágenes de la Patrona en las manos los devotos llegaron en peregrinación, en familia o solos, no solamente de la ciudad de Oaxaca, sino también comunidades de los Valles Centrales, de la Sierra Norte, Mixteca, de la Costa, de la Cañada y hasta de la Cuenca del Papaloapan, para encontrar consuelo ante alguna tribulación y sufrimiento.
Los enfermos, algunos en sillas de ruedas o en muletas, acudieron con más fe a solicitar su amparo y poder lograr una mejoría en salud o hasta salvar la vida, porque a la Virgen de la Soledad se le atribuyen muchos milagros, especialmente quienes padecen cáncer.
De hecho, la devoción por la Patrona de los oaxaqueños, surgida desde hace cuatro siglos, obedece a su acompañamiento y presencia constante, así como por los milagros otorgados en momentos de desesperanza.
“A eso vengo, a pedir que me ayude para terminar con este sufrimiento”, relató don Amós Martínez López, un profesor jubilado de 70 años de edad, originario de Santo Domingo Nuxá, a quien amputaron la pierna derecha a causa de la diabetes.
Su tormento surgió a fines del año pasado por la mala atención brindada a una severa infección en el pie ocasionada por una uña enterrada.
“Me descuidé y no hubo de otra”, señaló.
El 14 de enero de este año amputaron el pie de don Amós, aunque, como persistía la infección le amputaron la mitad de pierna, arriba de la rodilla, pero como no hubo mejoría, casi pierde la pierna por completo.
“Me la han quitado poco a poco; por eso vengo a ver a la Virgen, para que se me calme la infección y acabar con todo esto, porque no es vida estar así”, asentó.
Piden por hija enferma
Una familia también llegó de Salina Cruz a encomendarse a la Patrona, ante la enfermedad que aqueja a una de sus integrantes.
“Hemos pedido a la virgen que ayude a mi hija, está enferma, tiene cáncer, los médicos la han desahuciado. Queremos un milagro por la intercesión que siempre hace la Patrona con Dios”, contó la mamá.
Por un buen regreso
Una mujer zapoteca, Doña Margarita Hernández Hernández, oriunda de Tlacolula de Matamoros, también acudió a rendir culto a la Virgen de la Soledad y a solicitar su ayuda, para que su hijo José, migrante en Los Ángeles, California, regrese con bien, después de seis años.
“En toda mi vida ha estado presente la virgen, siempre me ha ayudado, me sanó, me enfermaba mucho; ahora, vengo a pedir su ayuda para que mi hijo llegue bien, por todo lo que está pasando allá, en Estados Unidos”, reveló.
A dar gracias
Don José Raúl Pérez y Doña Manuela Benítez, ambos de 75 años, llegaron hasta la Basílica Menor a adorar a la Virgen de la Soledad y sobre todo, dar gracias por los favores rexcibidos.
“Teníamos que venir ahora que es su fiesta; el año pasado nos operaron de las rodillas y salimos bien gracias a ella, ya estamos caminando otra vez. Gracias a la virgen, estamos buenos”, relató.
