Un efecto de llamarada cuando el sol se asomó por el ojo de una gran piedra reflejó ayer el inicio del solsticio de invierno en La Ventanilla, Santa María Tonameca.
Este fenómeno, que sucedió a las 6:55 horas, como suele ocurrir cada 21 de diciembre, coincide con el cambio en los ciclos naturales y astronómicos, al llegar la noche más larga en el hemisferio Norte y el día más largo en el hemisferio Sur.
Además, marcó el momento en que las noches comienzan a acortarse día a día, hasta llegar a la primavera y después al verano.
“Fue algo extraordinario, único”, afirmó el presidente de la Sociedad Cooperativa Lagarto Real, Víctor Manuel Reyes Escamilla.
Explicó que según una investigación del profesor e investigador de la Universidad del Mar (Umar), Oscar Olivo Hernández, especialista en arqueoastronomía, el paso del sol por la piedra, semejante a una ventana, no es al azar porque tiene como propósito medir el tiempo.
Un espectáculo único
“Por los vestigios arqueológicos que se han encontrado, se supone que la perforación de la roca fue hecha a mano por los aztecas para medir el tiempo, porque se produce exactamente cuando llega el invierno”, asentó.
Subrayó que la piedra está alienada exactamente con Punta Cometa, donde los aztecas establecieron un centro ceremonial y un fuerte militar, para enfrentar a los zapotecas.
De este modo, destacó que la llegada del solsticio de verano, el 21 de julio de cada año, también se puede registrar en La Ventanilla, si se percibe el paso del sol desde Punta Cometa.
“Los aztecas e incluso los zapotecas, quienes también tuvieron alguna presencia en la zona, eran grandes astrónomos y sabían exactamente el movimiento del sol y la luna”, apuntó.
Reyes Escamilla, detalló que la llegada del solsticio de invierno en La Ventanilla reunió a unas 200 personas, entre turistas de la Ciudad de México y de la capital del estado, así como de habitantes de Mazunte, San Agustinillo y de otras localidades.
“Todos pudieron admirar un espectáculo increíble, cuando el sol pasó completamente por la roca en poco más de un minuto”, señaló.
El solsticio de invierno
Se genera cuando el sol tiene su máxima inclinación al sur, debido a que la tierra, vista desde el espacio, tiene una inclinación de unos 23 grados.
Este fenómeno arqueoastronómico puede ser visto en edificios precolombinos, como Chichén Itzá, Dzibilchaltún, Uxmal, Oxkintok, San Antonio Chel y Mayapán, así como en La Ventanilla.
Dónde se encuentra
La Ventanilla es una comunidad costera con bellos paisajes compuestos por el mar y zonas rocosas, que está situada en una extensa e importante zona de manglar.
