Al menos diez por ciento de los mil 343 taxis que circulan en la capital del estado lo hacen sin contar con seguro, sus choferes no tienen licencia o en algunos casos las unidades rebasan el tiempo permitido para prestar servicio.
Durante la revisión documental y fisicomecanica que realiza la Secretaría de Vialidad y Transporte (Sevitra) a las más de mil unidades que laboran en la capital, se han detectado dichos incumplimientos que ponen en riesgo al público usuario. La verificación inició en julio y se tiene previsto que concluya a finales de este mes o a inicio de agosto.
El titular de la Sevitra, Francisco García López, indicó que en lo que respecta a la antigüedad de las unidades, hay 15 por ciento en valoración para determinar si se les amplía a cinco años más para el cambio de vehículo o se ordena la sustitución.
En tanto -agregó- se ha detectado que hay conductores que no cuentan con la licencia de chófer de unidad de transporte público. “El porcentaje es muy mínimo porque para el propietario es importante conocer a su chófer por lo que implica la responsabilidad de llevar un carro”, dijo.
En cuando al seguro, hay quienes no lo tienen actualizado, situación que deja en vulnerabilidad a los usuarios porque en caso de un accidente no hay nada que los respalde.
García López indicó que la labor se ha tornado un poco difícil porque carecen de los inspectores suficientes para realizar la revisión sobre las más de mil unidades.
“No tenemos capacidad para hacerla, están cerca de ocho o diez gentes y nos los piden en Tuxtepec, Juchitán, Huajuapam, no tenemos capacidad para todo eso. Nos ha rebasado el número de concesiones y la dependencia no ha crecido”, señaló.
Para el presidente de la Corporación de Agrupaciones de Taxistas y Conexos del Estado de Oaxaca (CATCEO), Rodrigo Mendoza Barranco, hay otro tipo de irregularidades que se suman en este rubro como son taxis sin placas y si número de identificación.
Asimismo, aseguró que los taxis con cromática azul violan la Ley de Transporte del Estado de Oaxaca y sostuvo que su surgimiento fue a partir de una “venta nocturna” en la administración de Gabino Cué en la que están involucrados funcionarios del gobierno estatal.
Según su cálculo en la capital del estado y su zona metropolitana circulan alrededor de 700 taxis irregulares, es decir, que no cuentan con concesión para otorgar el servicio.
